martes, 29 de diciembre de 2020

Imperiofobia y Leyenda Negra - 2016 - María Elvira Roca Barea

Empieza el libro dando ciertas esperanzas, con una historia de la expresión "leyenda negra" interesante, como contraposición a la "leyenda dorada" (vidas de santos) de Santiago de la Vorágine. Tras su filtrado por el protestantismo surge el término "leyenda" como relato fantástico, y posteriormente se aplicará a la publicidad antiespañola para convertirse en "leyenda negra". Tras la etimología hace un somero repaso de las posiciones que se han ido tomando desde el "desastre" del 98 hasta ahora respecto a la existencia e importancia de esta Leyenda.

Tras este buen principio pasa a defraudar un poco al hablar del Imperio. Parece que no conoce otra descripción del mismo que la puramente cuantitativa, considerando imperio cualquier estado de más de 1.000.000 de Km2, o sea, un par de veces la superficie de España. Se echa en falta un mínimo trasfondo filosófico cuando habla de estos temas de filosofía política, busca en la historia, busca en la antropología (¿para qué?) y no encuentra nada. Pero tiene bien a mano a Ortega para decirle que el estado no es la organización de una etnia, sino lo contrario: la confluencia de distintas etnias, grupos familiares, etc. Y por supuesto, para la idea de Imperio, no parece que hubiera costado tanto referirse al "España frente a Europa" de Gustavo Bueno, aunque fuera para contradecirle. Así hubiera sabido que la característica del imperio es ser el gobierno sobre Estados, independientemente de su tamaño, así, se podría hablar de Imperio Romano antes de salirse de la Península Itálica, incluso de Imperio Español (que no castellano) antes de la conquista de América. Deja de lado con esta clasificación, a imperios como el ateniense, y además le permite el cuñadismo de considerar una característica, poco menos que básica del imperio el formarse rápidamente. Una definición filosófica deja fuera al "imperio azteca", por ejemplo, por ser un reino que somete organizaciones preestatales, el Inca tampoco es rey de reyes, sino rey de jefes.

Éste de la imperiofobia es para mí el punto débil del libro, y para apoyarlo tiene que traer a colación que los alejandrinos se metían con Roma, sin precisar que las citas que da son después de muchos años de buena vecindad, porque Tolomeo se hizo amigo de Roma cuando todavía no era la gran potencia del Mediterráneo. Pero, tras haber sido convertida en provincia por Octavio, parece normal que haya cierta resistencia. No digamos nada de poner una cita de Plutarco para defender la publicidad antirromana, esto es un error de bulto que no debería haberse producido, porque si algo no es el autor, a quien se otorgó la ciudadanía romana "honoraria", es ejemplo de una publicidad organizada contra Roma (que es lo que la autora llama imperiofobia).

Roma fue un Imperio Depredador, o con una marcada fase depredadora (Gustavo Bueno distingue entre Imperios Generadores y Depredadores, como reinterpretación de los Imperios Heriles y Civiles de Sepúlveda), pero para la autora los conquistados deberían estarle agradecidos. Para ella son las élites las que se enfrentan al imperio, pero habría que tener en cuenta que en el mundo antiguo no era inusual al conquistar una ciudad el saquearla y vender a sus habitantes como esclavos, y no podemos ahora exigirles que estuvieran agradecidos de que a cambio les enseñaran latín. Lo mismo dice de los griegos, que parece que iban de turistas a Roma quedándose en las mejores casas, y esto era cierto a veces, pero muchos de los maestros que sofisticaron a los jóvenes ricos fueron esclavos o rehenes, por mucho que fueran bien tratados, o sea, que se quedaban en las mejores casas, pero como esclavos de sus dueños. Por no hablar del papel de los gobernadores como esquilmadores de sus provincias, basta ver a Julio César como prétor en España, y las 3 fortunas que debía conseguir de la provincia, y parece que consiguió (una para pagar deudas, otra para vivir y otra para hacer carrera).

Algo parecido le pasa con el Imperio Español, está muy bien, y sin duda es muy justo, rebajar el daño producido por los españoles en en Nuevo Mundo, y darles un contexto al compararlas con otros imperios, pero el reducir el trato a los indios a la ley es un error, basta leer las "Cartas de Relación" o la "Historia Verdadera...", textos nada sospechosos de hispanofobia, para saber que los soldados españoles se repartían indias y oro como si fuera suyo. Por otra parte, sin menoscabo de que España se portara mejor que otros ¿No existió el transporte de oro y plata de la américa española a la península como explotación "colonialista"? ¿O toda esa riqueza era contraprestación de lo que se llevaba de España a las Indias? 

Corre el riesgo la autora de que su crítica a la Leyenda Negra se vuelva increíble por la construcción de una Leyenda Rosa, ni el discutir la supuesta imperiofobia debe llevarnos al ¿filoimperio?

Al llegar a la bibliografía notamos este tipo de carencias, porque es muy específica, aunque entendemos también que no pretende ser exhaustiva, porque la autora a menudo cita páginas web, incluso del proyecto Filosofía en Español, con lo cual la ausencia de Gustavo Bueno en sus argumentos sobre el Imperio llama más todavía la atención.

Creo que encontraríamos varias lagunas en su explicación y argumentación, muy mal atada y desde luego nada sistematizada: la imperiofobia de Inglaterra contra Rusia no puede considerarse como un pueblo débil enfrentándose a uno fuerte, por ejemplo. Una falta importante para mí es la descripción de la imperiofobia española, de la España goda contra el Islam, por ejemplo, que también lo tenía muy a mano, si es que existía, y sino faltaría explicar por qué no la hubo. Sabemos, por ejemplo, que la descripción de tropas imperiales españolas o incluso romanas es muy parecida a la que escribían los árabes sobre los cruzados: sucios, infantiles, corruptos, etc. ¿Y la imperiofobia española contra la Francia napoleónica? Es otro punto ciego importante, más aún si tenemos en cuenta la "salvaje" expresión española popular en la guerra de independencia, más que a liberar España, o a pelear, los españoles salían "a matar franceses". Por último en este sentido, aunque eso le daría a la autora para otro libro, convendría analizar la imperiofobia o la ausencia de ella, respecto a Estados Unidos, China Rusia o, incluso la Unión Europea (no digo que sea un imperio en formación, pero tampoco soy yo quien le ha puesto el nombre de Carlomagno a los premios por la contribución a la construcción europea, peor a la "unión de los pueblos europeos").

En definitiva, esta primera parte me parece muy mal acabada, y por un motivo claro: este concepto que se saca de la manga como "Imperiofobia" es innecesario y erróneo, y es más fácil entenderlo como resistencia al Estado rival, o incluso a la conquista. Además tiene, respecto a la cohesión del libro, otra pega importante, la Leyenda Negra sería propia de España, y por tanto difícilmente se puede explicar por la imperiofobia a los imperios ruso, alemán, Americano, inglés, holandés, español, etc.

Una vez cerrado el tema de la Imperiofobia entra en terreno más seguro, el de la Leyenda Negra. Aquí inicia una narrativa cronológica en la que nos muestra como el "antiespañolismo" nace en Italia y crece después reforzada por el anticatolicismo en los Países Bajos e Inglaterra, y es rematada por la ilustración en Francia.

Pone muchos ejemplos, y la misma autora reconoce que habría muchos más, a mí personalmente me sobra la referencia a "El Nombre de la Rosa", porque, siendo cierto que Jorge de Burgos es el asesino en la novela, no es el malo, ni el malvado inquisidor. En esta novela y película el verdadero malo, el "archienemigo" de Guillermo de Baskerville es Bernardo Gui, que, aunque dominico, es francés, y llega a la abadía al mando de soldados franceses (además este Bernardo Gui es un personaje histórico, inquisidor francés). Creo que hacer que el asesino sea Jorge de Burgos, fue una forma más para Umberto Eco de resaltar lo internacional de la iglesia y de los asuntos que se estaban tratando, pero no tiene nada de antiespañol (el protagonista es Inglés, su discípulo austriaco, etc.), más bien al contrario, el mostrarnos al terrible dominico francés sería un argumento contra la Leyenda Negra española.

Por lo demás, tiene razón en el planteamiento principal (o al menos a mí me parece evidente): los españoles han quedado a ojos de muchos como los malos de la historia. Pondré varios ejemplos a vuelapluma. En la serie de divulgación para niños "Érase una vez el hombre" todas las sociedades, todos los conquistadores, incluidos vikingos o mongoles, son buenos, o al menos hay entre ellos buenos y malos, hasta llegar al descubrimiento de América: en ese momento hace su aparición el único país púramente malo: España. En Tom Sawyer, en una américa esclavista (uno de sus amigos es el esclavo Jim), el malo es Injun Joe, que habla español, y cuando Tom busca un apodo para sus aventuras usa el de "el vengador de la américa Española", a la América estadounidense no le apetece vengarla. Otro ejemplo repugnante es el Torquemada de Victor Hugo, por otra parte uno de los autores cumbre de la literatura universal, desde mi punto de vista. Los ejemplos, como dice la autora, son infinitos; estos días estoy escuchando unas conferencias de un profesor americano sobre la historia de Inglaterra y está lleno de "perlas" como decir que María e Isabel Tudor mandaron ejecutar aproximadamente el mismo número de personas por cuestiones de religión, pero que Isabel lo hacía a regañadientes, o que se empezaron a llevar esclavos de África a América porque los españoles prácticamente habían exterminado a los indígenas.

Una de las claves de la Leyenda Negra, de la que la autora da cuenta perfectamente, es que los actos malvados son definitorios para los españoles, pero anecdóticos o superficiales para los demás. Si un Español mata a un indio es el genocidio y oscurantismo que uno puede esperar de nosotros, y lo hace con placer, pero si un inglés mata a un indio es porque no tiene otro remedio, lo hace contra su naturaleza, y a regañadientes.

Por otra parte, no creo que la Leyenda Negra naciera en Italia, creo que merece la pena seguir la pista de la etimología, que nos lleva al protestantismo, y considerar que las reacciones italianas son propias de unas ciudades "ocupadas", pero a eso creo que habría que ponerlo en otra categoría. En mi opinión, que se podría apoyar en el mismo libro La Leyenda Negra es fruto de las ansias de independencia de los Países Bajos primero, y de la geopolítica inglesa después, sin necesidad de tomar el caso italiano como antecedente, seguramente también en el norte de África o en Turquía había antipatía contra España y los españoles, pero es otra cosa.

La publicidad aniquiladora, descarnada y sistemática es propia del nacionalismo, realimentado por el cisma religioso, aunque el nacionalismo siempre es, en sí mismo, una religión, o, si a alguien le chirría este término, un mito organizado. Como ejemplo véase, la resistencia española contra el francés durante la guerra de independencia. En este sentido (como en casi todo lo que toca a la Leyenda Negra), el libro me parece correcto, y va tejiendo el interesante relato de  los últimos cinco siglos, desde la guerra civil en Bélgica convertida en guerra por la "libertad religiosa" y contra España, pasando por el nacimiento del sentimiento nacionalista con la monarquía absoluta y la religión nacional en Inglaterra, hasta llegar a la Francia de la Ilustración, postergada pero fuerte, clasista y rodeada de naciones con pasado imperial.

Es especialmente eficaz el libro en deshacer las ideas de los protestantes como luchadores por la libertad de pensamiento, defendiendo que eso era sólo cuando dicho pensamiento se encontraba dentro de los parámetros previamente aceptados, eso es, no aplicable a católicos, musulmanes, judíos o ateos.

Así nos cuenta que en 1585, en pleno reinado de Isabel I, la misa católica era delito, y ser sacerdote católico traición penada con la muerte. En la España del siglo XVI se ejecutaron por herejía entre 40 y 50 personas, mientras que en Inglaterra fueron 1000 en la época isabelina y en Francia en cinco años a más de 300 personas. Caso aparte es el de Irlanda, que desde la época de los Tudor en adelante fue un continuo genocidio (la autora no recuerdo si usa este adjetivo, pero la política inglesa desde la reina Isabel I, pasando por Cromwell y hasta el hambre de 1845 dan para crear tres Leyendas Negras inglesas, y sin embargo nada de nada).

También es algo a tener en cuenta son las brujas. Algo muy fácil de ver para quien compare las expresiones culturales anglosajonas con las hispanas, es que las matanzas de brujas en España no forman parte de la cultura popular, a veces se habla de ello por contaminación de las series y películas que importamos, pero lo cierto es que en España no hubo persecución de las brujas como tales, y eso se nota, por eso aquí no tenemos memoria de ningún suceso como el de las brujas de Salem, que en Estados Unidos es un hito de la historia popular. En España, en definitiva, se persiguió a las brujas cuando eran sospechosas de otros delitos, pero no por brujería en sí misma, que la propia inquisición consideraba como superstición. Aquí la comparación del libro hace temblar, según un estudioso danés, Henningsen, en la edad moderna fueron quemadas 50.000 brujas, de ellas la mitad en Alemania, miles en Francia, Inglaterra, Suiza... Víctimas del Santo Oficio: 27.

Respecto a la Ilustración francesa, rescato sólo una frase de Voltaire, adalid de la libertad: "Observamos a los judíos con la misma mirada que miramos a los negros, o sea, como una raza humana inferior". Añade la autora en otro punto, que la obra de Voltaire estaba prohibida en Francia, pero que no por ello dejaba de considerar a su país como un país libre.

Su hermana Bélgica, la de los más bravos entre los galos, que decía Julio César, tiene a su rey Leopoldo II, a quien le fue regalado el territorio del Congo, arrasado por los belgas, y cuando dice arrasado se refiere a la muerte de diez millones de personas.

En conclusión, es recomendable como punto de vista, si bien, como ya he dicho, personalmente le quitaría la poco rigurosa parte de la Imperiofobia, dejándolo en una interesantísima historia de la Leyenda Negra española. 

Añado una crítica que se publicó en El País, en la que se da cuenta de varios errores e imprecisiones del libro, como creo que no hacen referencia a ninguna de las citas que yo he copiado, creo que no le restan validez a mi comentario (y desde mi punto de vista tampoco mucha al libro). Siendo cierto que el tono de las citas pretende muchas veces (como en el caso de Plutarco) hacer de la anécdota categoría, y el trato de las traducciones y falta de traducciones, dependiendo del momento, le dan un cierto aire apresurado a muchas partes de la obra. 

https://elpais.com/cultura/2019/12/19/actualidad/1576745125_565402.html



domingo, 6 de diciembre de 2020

Superman, Hijo Rojo - 2020 - Sam Liu

Muy curiosa película del "universo" DC. Warner Brothers realiza muchas películas de dibujos sobre los personajes de esta editorial, personalmente no me encantan, porque me suelen parecer pretenciosas y demasiado solemnes, pero en este caso me parece una película muy digna de verse.

Parte de un mundo en el que Superman es Ruso, creciendo bajo el poder de Stanlin, y siendo un creyente absoluto en el comunismo. Frente a él un Lex Luthor representa los USA, que con su tecnología intenta enfrentarse al poder que la U.R.S.S. consigue gracias al apoyo de Superman. Además, Luthor está casado nada menos con Lois Lane, inteligente peridista y amante esposa.

Con el paso del tiempo el superhéroe ve grietas en el sistema, e intenta corregirlas, y así empieza una cierta reflexión sobre el poder, y sobre lo que realmente significaría un casi todopoderoso bienintencionado gobernando un estado totalitario.

Están invitados a la historia otros dos personajes de DC: Batman y Wonder Woman. El primero se ha convertido en un ingrediente fundamental en la historia de Superman, y aquí es un rebelde contra el sistema que Superman defiende (lo mismo, prácticamente, que en la versión original de la historia), aunque falta explicar un ingrediente fundamental, que es como en esta historia paralela Wayne a llegado a ser Batman, porque en la U.R.S.S. ya no podría ser un multimillonario de medios prácticamente infinitos. En cuanto a la mujer maravillas, es el personaje que menos me ha gustado. Es, junto con Lois, el más, digamos, ético, guiadas siempre por su brújula moral, pero la han convertido en un cliché: sugieren que es lesbiana por el hecho de vivir en una sociedad de mujeres (lo cual no me parece especialmente respetuoso), y no deja de repetir que los problemas del mundo se deben a que hombres se enfrentan contra hombres (en este caso machos contra machos).

Pero, volviendo al hilo argumental de la historia, 31 años después de la caída del muro de Berlín, me ha gustado como recuerda el telón de acero y el mundo partido en 2 de aquellos, tiempos, que en el recuerdo occidental casi parece un paraíso hecho de futuro. En comparación nuestro occidente actual parece cargado de miedo y pesimista.

Nos recuerda el duro enfrentamiento entre el comunismo y la democracia liberal a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Gran parte de cuyas lecciones me temo que vamos olvidando más rápidamente de lo que nos conviene. Aunque creo que si quien olvida la historia está condenado a repetirla, quien la recuerda a lo mejor tampoco tiene mucho más remedio.

En fin, casi nada es lo que parece en esta película, excepto Wonder Woman y Batman, y el desarrollo de los acontecimientos es bastante sorprendente.

Para mí supera con creces el interés de otras películas de este tipo, y me alegra haberla visto, como quien dice por casualidad.

martes, 24 de noviembre de 2020

Lost in Math - 2020 - Sabine Hossenfelder

Llegué a este libro a través del canal de Youtube de la autora, física teórica alemana que se dedica a la investigación y a la divulgación. Os pongo aquí el vínculo, el canal es en inglés, pero la ventaja de que sea alemana es que pronuncia bastante claro para oídos no ingleses:

https://www.youtube.com/channel/UC1yNl2E66ZzKApQdRuTQ4tw

Sobre el libro, lo primero es que resulta difícil de clasificar. No es exactamente un libro de divulgación, y eso a mí me ha resultado un poco decepcionante, porque es lo que esperaba, es más bien un libro político-científico, entendiendo con esta fea yuxtaposición que me acabo de inventar, que intenta promover una organización de la investigación científica distinta a la que existe actualmente en occidente.

Su mayor defecto es la organización; para una persona que habla tan claro los diálogos del libro y la ordenación de las ideas son bastante caóticos, y tiene, para mí, un grave problema de edición. En este sentido parece escrito con prisa, y hubiera necesitado una mano experta para ordenar párrafos y diálogos.
Aparte de mostrar sus ideas tiene un hilo argumental, y es que Sabine, en primera persona, viaja por el mundo y entrevista a distintos físicos para intentar descubrir si conceptos no científicos como la belleza o la elegancia tienen demasiada importancia a la hora de elegir unas líneas de investigación frente a otras. Ella, como profesional, ya parte de que efectivamente estas ideas no sólo están presentes, sino que suponen un freno al progreso de la disciplina. 
Enlaza esta situación con otros problemas más inmediatos, como la forma en la que se dan las becas, los contratos a corto plazo, y la verificación de publicaciones científicas. Así se entrecruzan distintos problemas, que deberían separarse. Apunto los que me parecen los dos problemas principales:

Problema gnoseológico: la Física ha avanzado tanto que no se pueden diseñar experimentos para probar las teorías y modelos que actualmente postulan los teóricos, probablemente muchas de estas teorías no se puedan probar nunca, ni mediante observación de la naturaleza ni mediante experimentos.
Dado que no se puede demostrar con experimentos que una teoría sea verdadera o falsa, los investigadores tienden a sustituir el experimento por la coherencia matemática y la aprobación de "los pares" como métodos de validación, o sea, pretenden que la física deje de ser empírica a partir de un punto para convertirse en escolástica, o sea, en metafísica organizada.

Problema político-científico: el hecho de que las citas de artículos, o la aceptación de los pares pasen a tener un valor fundamental en el funcionamiento de la física, hace que los investigadores tengan más interés en socializar correctamente que en investigar correctamente. Si a esto le unimos el que los empleos son precarios y exigen, por lo tanto, éxitos a corto plazo, tendremos un montón de personas muy inteligentes aplicando su capacidad a mantenerse en el sistema, no a hacer avanzar la disciplina (que puede exigir más tiempo y paciencia).

En definitiva, ambos problemas hacen que se esté gastando mucho dinero en experimentos carísimos, sin justificar debidamente dicho gasto, apoyándolo en predicciones que a su vez están fundadas en la belleza y la elegancia de las teorías, que algunos tienen la esperanza de que sean traducción de la belleza y elegancia del universo. Apunta la autora también dos culpables principales: la Supersimetría y la Teoría de Cuerdas. Ambas teorías, postuladas hace décadas, han llegado a un callejón sin salida, toda vez que el LHC no ha conseguido sacar a la luz ni nuevas partículas ni nuevas dimensiones, y que además, no se sabe qué es peor, ha encontrado un Bosón de Higgs cuya masa no es la correcta (metedura de pata de la Naturaleza en este punto concreto).

Piensa la autora que ya está bien, y que hay que dar entrada a nuevos planteamientos teóricos que puedan ser testados, en lugar de seguir dando rienda suelta a la imaginación de físicos que ya no se ven constreñidos por la realidad a la hora de postular dimensiones, multiversos, CCC, etc.

Dentro de las entrevistas incluye a dos físicos que están, hasta cierto punto, fuera del mainstream: Garrett Lisi y Xiao-Gan Wen que intentan diseñar nuevos modelos, pero luchando contra la inercia de la Teoría de Cuerdas y la Supersimetría. En ningún momento se plantea que estos modelos sean mejores, sólo se nos muestra como es complicado hacer algo distinto de lo que "todo el mundo hace".

No sé muy bien como valorar el libro, creo que por la forma en la que está escrito sólo interesará realmente a los profesionales, para que lean un poco de "cotilleo técnico". Por mi parte esta mezcla de opiniones deslavazadas con las teorías pseudofilosóficas de la autora me cargan un poco, y creo que peca de lo mismo que acusa a otros: el contenido del libro se podía haber explicado y argumentado mucho mejor en 20 páginas bien razonadas, testadas con anécdotas, que en 250 páginas de conversaciones sobre lo que los físicos piensan de la física.

En conclusión, creo que he aprendido cosas, claro, pero también creo que hubiera preferido las 20 páginas bien razonadas.





domingo, 25 de octubre de 2020

Borat, película film secuela - 2020 - Jason Woliner

Tras 14 años vuelve al cine el personaje de Sacha Baron Cohen, con una película al estilo de la original, aunque bastante peor.

Lo primero, el título en español, que es una traducción poco afortunada (en este caso no es una adaptación), el original: Borat Subsequent Moviefilm, refleja el mal inglés del personaje, mientras que en español simplemente queda raro.

En cuanto al contenido, se podría dividir en 3 partes: la pura ficción de Borat y su hija, la mezcla de realidad y ficción de sus "trampas", y, digamos, el "asunto Giuliani". Sobre la parte de ficción, a mí el personaje me hace gracia, creo que es lo único que al actor se le da bien (personalmente me parece pésimo cuando se sale del personaje al hacer Los Miserables o La Invención de Hugo). Entre él y su hija hacen una comedia absurda que para mí funciona, siempre teniendo en cuenta que no es una película "de verdad",posiblemente si le aplicáramos al guión o a los actores el mismo rasero que a otra comedia más convencional nos parecerían aficionados grabando un vídeo casero.

La segunda parte, la de las "trampas", me ha dejado la impresión de que Estados Unidos es el país más

civilizado del mundo. Por un lado están las partes claramente guionizadas, que son las de "los buenos", y por otra las verdaderas trampas (o eso creo, la clave de la película es que en algunas ocasiones cabe la duda). El caso es que cuando va Borat a molestar a gente que está a sus cosas, organizando un baile o una convención, es replicado con una calma y una corrección que parece casi imposible. Borat y su hija sabotean distintos actos, y no reciben a cambio ni siquiera una reconvención, son tratados con un respeto digno de admiración. Mi conclusión es que en esta segunda parte de la película, Baron Cohen intenta ridiculizar a quienes no lo merecen en absoluto, y queda en ridículo él, armado de una autoridad moral digna de un Torquemada. Cree que critica y sólo insulta.

Por fin llegamos al núcleo de la película, que es el "asunto Giuliani". Aquí no queda sino reconocer que tiene un gran mérito. Consiguen una entrevista con el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, durante la cual la hija de Borat liga con el entrevistado y le lleva a una surrealista situación en una habitación contigua. ¿Surrealista? Para el espectador, porque para el involuntario protagonista parece de lo más normal. Está claro que es una trampa preparada con dureza por la película, y que no hay acoso sexual ni nada parecido, ni tiene nada que ver con las ideas políticas de la "víctima", para mí el valor de estas escenas es el contarnos cómo es el poder, como hay una serie de personas que piensan que el mundo está a sus pies, porque, generalmente, mucho más de lo que pensamos, el mundo se pone a sus pies.

Para mí esta descarnada conclusión es toda la película. Nos hacen un truco cuando nos cuentan que la escena de Giuliani es la conclusión a una hora y media e historia, pero no es cierto, claro, es al revés, esta escena es lo único que cuenta, y el punto de partida, el resto es algo que se han inventado para alimentar la curiosidad del espectador, para convertir la película en algo partidista y para dar un contexto a los personajes (recordemos, un contexto falso para unos personajes que interactúan con una persona real.

¿Merece la pena verla? Pues depende de la simpatía que uno sienta por Borat, personalmente creo que es radical y estúpida en sus planteamientos, no por lo que tiene de política, sino por la traslación que hace a la vida común de las personas, las críticas son superficiales y de trazo gordo ¿Cómo van a ser sino? Pero lo que personalmente me parece desagradable es que las intente conducir a través de personas que no tienen nada de malo, a las que se pretende molestar, e incluso insultar, sin otro motivo que ser del partido que Baron Cohen no le gusta. Sin embargo esos minutos de entrevista (en la que Giuliani hace el papel de Fernando Simón, con Trump en lugar de Sánchez), sí creo que merece la pena verlos, así como la escena de la habitación. Es el otro mundo real que transcurre al lado del nuestro, o sobre el nuestro, es la "élite" en estado puro.


martes, 20 de octubre de 2020

El Asesinato de Julio César - 1970 - Stuart Burge

Respeto el título que le pusieron en español, pero lo cierto es que es una versión del Julio César de Shakespeare, no conozco el motivo por el que en esta ocasión decidieron añadirle lo del asesinato, será para darle más dramatismo, supongo.

En todo caso la película no se aleja del texto, ni de la más conocida versión de 1953, en la que el papel protagonista fue para Marlon Brando, como Antonio. Curiosamente el protagonista de César no es el propio César, sobre todo porque el momento de más lucimiento de la obra es el discurso en el mercado, que corresponde a Antonio, incluso el segundo papel más importante tampoco es para el Dictador, sino probablemente Bruto. En esta versión el papel de Antonio es interpretado por Charlton Heston, que lo hace muy bien, aunque le han saboteado un poco la actuación los encargados de peluquería y vestuario, porque unos le han puesto una media melena rubia que parece un peluquín, y los otros una cosa/toga que no se sabe lo que es, pero que queda muy poco natural. A favor de esta película creo que juega que Antonio está más metido entre la gente, mientras que Brando está subido a un púlpito que le deja sólo, es más espectacular, pero a la vez más teatral y más forzado (al contrario que su aspecto y toga, que resultan más naturales).


Desde hace décadas el papel de Julio César se pone en cuestión: es

un genocida, nos dice Mary Beard, es un tonto caprichoso, nos dice Bertolt Brecht en su famosa novela "Los negocios del señor Julio César". Sin embargo para los antiguos, y hasta la baja Edad Media, era el héroe por excelencia, así, en el infierno de Dante, el peor círculo del infierno es para los traidores, y dentro de los traidores, dos de los peores son Bruto y Casio, los principales conspiradores (libertadores), castigados a ser masticados eternamente por Satanás en persona, junto a Judas.

En todo caso, en la época en la que vivimos, no está de más ver y leer un poco obras sobre el fin de la república: mucha gente ya pensaba que no tenía sentido y que para salir del caos tendría que sobrevenir el "poder de uno sólo", como finalmente sucedió. Distintos líderes se sucedieron, por parte de la plebe y de la aristocracia, a cada cual más poderoso, a cada cual menos respetuoso de las leyes y de los ciudadanos, hasta que el emperador se abrió paso, y no hubo república nunca más. Hay muchas lecciones en un siglo y medio, al alcance de cualquiera que quiera aprender como la revolución no lleva necesariamente a más libertad, no digamos a más democracia.

La película en general es recomendable, Julio César es una de las obras más entretenidas de Shakespeare, también para no aficionados, con magia, suspense, asesinato y guerra, no le falta de nada. En esta versión se han elegido actores de primera fila del momento. Sin duda es una buena opción para una tarde/noche de sofá, si te gusta el cine clásico.


sábado, 17 de octubre de 2020

Onward - 2020 - Dan Scanlon

La nueva película de Pixar, lo que sigue significando garantía de calidad. Lo peor que se puede decir de esta película es que se queda en "correcta", no todos los años se puede hacer algo especial como UP, pero, con todo, sigue estando muy por encima de los productos a los que hoy en día estamos acostumbrados, bastaría compararla con la peli Artemis Fowl de la que hablábamos hace poco.

Los personajes están bien dibujados, resultan bastante naturales, y se centran en las relaciones familiares, en formas que hasta hace poco no se hacía, algo así como lo que ocurre con Frozen. La sociedad está cambiando, también la familia y los dibujos animados para resultar originales tienen que ir cubriendo cada vez más campo, de manera que exploran, cada vez con más profundidad, relaciones y circunstancias que antes o no existían en el cine infantil, o se daban por hechas.

La película en sí trata de magia, no descubro nada, y en cuanto al ambiente se puede comparar con Planeta 51, Antz, o incluso los Picapiedra, por lo que significa la traslación de una sociedad distinta a los esquemas de la nuestra, o, si se quiere, de los de la clase media de los Estados Unidos (que no parece tan lejos de la nuestra).

Se deja ver muy bien, por lo general mantiene el ritmo, aunque también es cierto que todo deja un cierto sabor a Deja vu; los personajes son nuevos, pero las situaciones tienen algo de conocido, porque es muy difícil hacer un producto comercial que no repita ciertos patrones cuando intentan hacernos reir o emocionarnos.

Muy recomendable para pasar cualquier tarde con los niños en estos días que empieza a notarse el frío.



viernes, 16 de octubre de 2020

Artemis Fowl - 2020 - Kenneth Branagh

Lo mismo es que me hago mayor, pero me ha parecido falta de interés, incluso aburrida. Si fuera un poco más mala se daría la vuelta y podría ser vista de manera irónica, al estilo de El Muñeco Diabólico, pero ni eso.
El protagonista es absolutamente antipático, posee todo lo que uno puede odiar en un niño: resabido, agresivo y engreído, con la excusa de que se le supone muy listo, un superdotado (reconozco que me parece que no es un defecto únicamente de esta película, se está convirtiendo en un hábito de nuestro cine y TV el considerar que el comportamiento normal de quien es más listo o más fuerte es humillar a los más débiles o torpes).
Por otra parte, el ambiente se baña en el folclore irlandés, que, tal y como nos explican sin querer, es más
o menos el mismo que en todas partes: enanos buenos y malos, hadas, trolls, en definitiva los muñequitos del bien y el mal que abundan en todo occidente con distintos nombres, lo mismo podían ser Anjanas y Ojáncanos, si transcurriera en Cantabria. A lo mejor es que todos vienen de los celtas, pero lo mismo da, no se aporta nada en este sentido, salvo que se ha llevado a todos los personajes a escala humana, de manera que todos pueden interactuar más fácilmente con el protagonista. El misticismo y la magia se pierde completamente al concretarse en la historia, y el hecho de que citen a Einstein y a Hawking como coartada da un poco de vergüenza ajena. Cosas peores le han pasado a la Física en el cine, pero esta mixtificación según la cual la relatividad y la mecánica cuántica justifican todas las tonterías posibles hace un poco de daño a la Física real, desde mi punto de vista, como disciplina que se puede aprender si uno tiene interés, y que no es en absoluto esotérica, sino difícil.
La narración transcurre desde el pasado hasta el presente, narrada por uno de los personajes, sin aportar aquí tampoco nada original, desde Sospechosos habituales es un recurso que se ha utilizado a menudo, sólo que ahora se aplica a una película infantil. Todo ello con un tono épico que luego no se corresponde con la anécdota que se cuenta, totalmente carente de interés. Hemos avanzado tanto en el camino de la vulgarización que algunos parecen creer que se puede hacer Legend con los recursos y el lenguaje de Ocean´s Eleven.
En definitiva, se podría considerar una peli para poner a los niños, si uno tiene especial interés en que se sientan pobres y torpes y que aprendan que lo que hasta ahora era mala educación o incluso estupidez ahora es lo correcto y deseable. Basta escuchar la última frase del protagonista para mantenerla alejada del alcance de los niños.

jueves, 15 de octubre de 2020

Todo el Día y una Noche - 2020 - Joe Robert Cole

Película de Netflix, en la que nos cuentan la vida de un perpetuo adolescente de barriada americana, hijo de un asesino, y asesino él mismo, que trata de hacer las paces con su presente, mediante la infantil reconstrucción de su pasado.

Durante dicha reconstrucción se ve a sí mismo como protagonista de una tragedia, en la que el Destino le

empuja en dirección a la violencia, justificando así sus terribles decisiones. Me recuerda en la estructura a Slumdog Millionaire, sólo que los flash backs en lugar de dar respuestas a preguntas de un concurso, dan coartadas (algunas razonables, otras ridículas) a la falta de carácter del protagonista, que funciona como una víctima de las circunstancias, cuando en realidad es un verdugo de quienes le rodean, especialmente las mujeres de su vida: su madre y su pareja.

En definitiva, una glorificación de la falta de responsabilidad, y del infantilismo. Cuando, aparentemente, el protagonista madura, esto se considera como el culmen del mérito humano.

Los actores salvan la película, porque todos cumplen muy bien, y así el entorno del protagonista cobra una realidad que el guión de otra manera no permitiría. En especial el mejor amigo y la pareja son los soportes de una apariencia de realidad en la película, en la que todo lo demás tiende a la incoherencia fantasmal: lo mismo podía haberse despertado el protagonista al final de la peli, para descubrirnos que todo era un sueño.


martes, 29 de septiembre de 2020

El Hombre Invisible - 2020 - Leigh Whannell

Como me esperaba una película más ligera, en plan aventuras, me sorprendió bastante, y durante la primera hora estuve un par de veces a punto de dejarla, porque es oscura, y más que tensión transmite tristeza. La interpretación de Elisabeth Moss (El cuento de la criada) es convincente, pero no se crea el ambiente de un thriller psicológico, sino de una tragedia familiar, en plan telefilm, pero con mensaje social, que, por una vez, está bien llevado e integrado en la historia.

Nada de esto es un defecto en sí mismo, seguramente, depende un poco de la idea que uno tenga al ver la película. Como decía, Elisabeth Moss está bien, pero es casi la única, el resto de los actores me parecen un tanto plastificados, como sacados de alguna serie de polícias (El mentalista, Bones, etc.), papeles estereotipados desarrollados mediante actuaciones rígidas.

En cuanto a la historia, la línea general está bien, podría haber dado más de sí; es un planteamiento prometedor y podría despertar curiosidad e interés, pero en los detalles se pierde bastante, porque son incoherentes, y los personajes hacen en cada momento lo que tienen que hacer para que cuadre la historia, en lugar de ser ésta la que va poniendo en su lugar a cada uno.

En conclusión, si uno tiene paciencia durante la primera hora, y además consigue empatizar con la protagonista , es posible que pase un "buen mal rato" sufriendo su sufrimiento y pasando su miedo.





jueves, 24 de septiembre de 2020

Spenser: confidencial - 2020 - Peter Berg

Película de policías, con enredos y con buenos y malos bien definidos, algo que se agradece mucho en estos momentos, como hemos hablado hace poco al comentar 6 en la sombra, nos conviene un poco menos de relativismo moral, y bastante más de un buen tipo peleando contra los malos, un boy scout, como suelen decir los americanos. Este personaje de Wahlberg se mete en problemas que "no son sus asuntos", y arrastra con él a amigos y conocidos, pero siempre por una buena causa, y sin masacrar por el camino todas las personas y bienes que encuentra.

Para mi gusto no está nada mal. Es cierto que Mark Wahlberg parece que hace siempre el mismo papel, pero eso no significa nada cuando el guion, como es el caso, acompaña, y como Spenser está correcto. No me gusta mucho como han reconstruido el personaje de Hawk, que en la serie era uno de esos secundarios que uno siempre espera ver aparecer con su 45 y su mala leche. Al modernizarlo para esta versión le han puesto pinta de pandillero que chocará a quien recuerde el orginal, siempre oscuro y elegante, además ha perdido toda la dureza de carácter y las frases sentenciosas que hicieron tan popular al original interpretado por Avery Brooks. Creo que han decidido hacer un afroamericano actual "con estilo" (cool, dirían), y seguramente hayan acertado, sólo que a muchos nos gustaba más el estilo de antes.

Por lo demás, a mí me ha resultado entretenida, aunque hay momentos en los que parece que no sabe qué hacer con sus personajes, y se podía haber cerrado un poco mejor la historia con el FBI y otros parches que le van poniendo al relato para que sea un poco coherente. El papel de la novia de Spenser es para darle de comer aparte, tan loco que el espectador tendrá que juzgar si es un hallazgo o una locura, o ambos, mi sensación, de nuevo, es que no sabían muy bien qué hacer con ella, y les ha quedado una graciosa mezcla de personalidades, que van surgiendo según convenga al guión.

Una buena película para el fin de semana, y una película de acción, pero familiar, que entretendrá sin más ambiciones. No es una gran obra de arte, ni falta que le hace, parece el piloto de una serie para televisión, y si lo fuera yo me apuntaría a verla.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

A ciegas - 2018 - Susanne Bier

Película sobre un apocalipsis cercano en el tiempo, que parte de circunstancias copiadas de una obra anterior de M. Night Shyamalan, pero desarrolladas de manera completamente distinta.

A veces cuesta incluso incluirla en el género de terror, porque da mucha importancia a las relaciones entre las personas, más allá de los típicos "sálvese quien pueda" de las situaciones de tensión y masacre a las que ya estamos acostumbrados. En concreto la relación entre el personaje de Bullock y de Malkovich me ha gustado mucho, bien trabada con un par de frases, y me parece que contribuye sutil, pero eficazmente a la tensión en la primera parte de la historia. Otras relaciones me parecen peor construidas, pero el caso es que la protagonista se va dibujando muy bien al ponerla en el centro de diversas relaciones con personas muy distintas. La mayoría de los personajes comparten una cualidad hoy muy necesaria en el cine, y es que nos convencen de que son personas, no estereotipos, tienen matices.

La historia transcurre en dos tiempos: en el primero se produce el apocalipsis, y es una historia más grupal; mientras la sociedad se va deshaciendo, los supervivientes se unen y se separan según las circunstancias lo aconsejan o permiten. La segunda sucede cinco años después, donde ya todo parece resuelto, y la protagonista se enfrenta a una pequeña odisea cargando con dos niños, y con la vista tapada con una banda de tela.

El tema de la ceguera lo es casi todo para la tensión de la película, y resulta bastante bien en los momentos fundamentales, al menos para mí ha funcionado, pero a la vez los personajes con los ojos tapados con una banda de tela le dan a toda la película un aire artificial, le resta verosimilitud a toda la historia, sin llegar a estropearla.

Para mí lo mejor es la actuación de Sandra Bullock, que está bien, una actuación sensata y más que correcta cuando se lo permite el guión, que a veces es un poco excesivo y difícil de llevar, y es una pena, porque hubiera quedado un personaje muy redondo sin tres o cuatro tonterías que la obligan a decir/hacer.

Lo peor, los malos de la película, que son un recurso facilón para poner en movimiento a los buenos, y el tema de las bandas en los ojos. Es cierto que sin ambas cosas la historia tendría que ser muy distinta, pero también lo es, o yo lo creo, que deberían haberse buscado otras soluciones más difíciles. Por otra parte la única explicación que se da sobre los malos, que salen de un psiquiátrico, es para dar de comer a parte a los guionistas.

En conclusión, me ha parecido una película que se deja ver bastante bien, muy adecuada para esta segunda ola de la pandemia, basta sustituir la banda de los ojos con la mascarilla y podemos imaginar que es nuestro pueblo cualquier día de estos.

martes, 22 de septiembre de 2020

6 en la Sombra - 2019 - Michael Bay

Es una de las películas más vistas de Netflix, lo cual no deja de dar miedito.

Junto con la saga de John Wick (y muchas otras perlas), parece que nos vamos acostumbrando a la violencia más sin sentido, cada vez más vísceras y menos cerebro. Lo que en Grupo Salvaje, por ejemplo, era una poderosa herramienta: la violencia hasta la autodestrucción, ahora se convierte en objetivo en sí misma. Ni la historia ni los personajes cuentan para nada, son estereotipos intercambiables de una película a otra, lo único importante es la imagen y el drama, que ya no es conducido por sentimientos sino por trozos de personas esparcidos por el suelo.

Con ambiente elegante y frases lapidarias podemos aceptar como héroe a cualquiera que nos pongan, ya no hay otra moral que la estética, así funciona. Los buenos disfrutan de sus superpoderes, disfrazados de habilidades, admirando su propia pericia en este arte del asesinato, y compitiendo deportivamente a ver quien mata más y mejor.

Las escenas de acción están muy bien realizadas, y es que donde falta intención, pero hay dinero, es normal que sobresalgan los técnicos de talento. En todo caso para mí se alargan demasiado estas escenas, y en realidad toda la película está básicamente formada por tres episodios de acción, o tres y medio. Pensándolo así, el guión me parece todavía más flojo, porque me doy cuenta de que el resto de la película sólo es un poco de relleno para hilar unas matanzas con otras.

En definitiva, puede resultar entretenida, es más de lo mismo, pero es otra muestra de que el cine de acción más comercial va perdiendo calidad narrativa a pasos agigantados, es todo como una sucesión de películas de zombies, en la que todo es carne, poco importa que los muertos vivientes ahora sean los vivos murientes.

Un buen resumen de lo desmoralizador de la película es la frase de uno de los protagonistas cuando está pasando con un coche por encima de una persona, tiene que preguntar, sorprendido: "¿Era uno de los malos?"... pues eso.

Como nota adicional, me gusta fijarme en las puntuaciones que ponemos a las películas los usuarios de filmaffiniti, y tanto Mulán como ésta película tienen miles valoraciones, pero la nota media que les ponemos quienes las hemos visto se queda en un 5 ¿Qué le está pasando al cine comercial? Está claro que no tiene porque ser muy sesudo, pero ¿Ya ni siquiera tiene que ser algo que le guste a los espectadores?

viernes, 18 de septiembre de 2020

Mulan - 2020 - Niki Caro

Pese a que las críticas en general no son malas, en mi opinión es una versión que se podían haber ahorrado. Para mí esta nueva línea de negocio de Disney, la de hacer versiones más realistas de sus éxitos de dibujos animados, no da ninguna alegría. Sus mayores éxitos los consiguen cuando consiguen hacer una buena copia del original, estropeándola poco, o nada, como en Aladdin; pero en cuanto intentan innovar les pasa como a Salieri en Amadeus: cada nota que cambian estropea una frase. No creo que ninguna de estas películas "en carne y hueso" (live action) hayan mejorado la original en dibujos. Otra opción que sale bien es tomar el mismo tema y hacer algo complétamente distinto, como en Maléfica (que no se puede considerar una versión de la Blancanieves de dibujos).




En esta ocasión han convertido la sencilla historia de Mulán en una película de brujería que bebe de todas las fuentes (Tigre y Dragón, Star Wars, Conan, Marvel, Juego de Tronos, etc.), pero que carece de carácter propio, así hasta llegar a las escenas finales donde se pasa de la superficialidad a la tontería, en un espectáculo grotesco, homenaje al peor cine de acción actual (¿Alguien ha visto la última de Robin Hood?¿Alguien la recuerda?). Ya existía la magia en la cinta original, pero era como un adorno, aportaba alegría y comicidad, en esta es magia que pretende ser seria, otro de los varios motivos por los que esta película es mucho peor: ni humor, ni sutileza, ni alegría, todo épica de espada y brujería: todo falta de autenticidad.

Hay otros cambios que no sé de donde han salido, como que en este caso Mulán viva en una corrala, al más puro estilo Kung-Fusion, pero a la vez su padre sigue siendo un caballero, como un hidalgo, y no se han esforzado mucho en resolver esta contradicción: su familia tiene todo el ocio del mundo, aporta a la guerra armadura, espada y caballo, sus matrimonios son concertados, incluso su piso en la corrala resulta ser un dúplex. Yo creo que se les ha ocurrido así para hacerla más del pueblo, pero luego no se han atrevido a ser consecuentes, hasta en la guerra resulta que cuando Mulán avanza va andando, y sin embargo en batalla participa como parte de la caballería (¿Alguien le lleva el caballo o cómo va ésto?). Reconozco que éste es un defecto menor, pero forma parte de los problemas que uno puede tener cuando fabrica un producto en lugar de contar una historia.

Pero en donde sale peor parada esta versión respecto a la original es en el propio enfoque del personaje: en aquella Mulán tenía sus virtudes, como ser ingeniosa y cabezota, pero era una chica "normal" que necesitaba entrenarse para convertirse en líder de los suyos y en ningún momento tenía otro poder que una cabeza amueblada y entrenamiento militar, en este caso no: existe el Chi, que es como la fuerza de la Guerra de las Galaxias, y la protagonista sólo necesita que el Chi se le revele para ser una auténtica Jedi. En fin, una predestinada que sólo tiene que descubrir que es "ella misma" para cobrar toda su fuerza. Este "efecto mesías" tiene como daño colateral el dar demasiado protagonismo a Mulan, y dejar de lado su grupo de compañeros, una de las mejores ideas de la película original, que aquí, aunque existe, ni tiene gracia ni es otra cosa que decorado parlante.

También encuentro que la fotografía, siendo bonita, es francamente mejorable, no es comparable a películas, ya "antiguas" como Tigre y Dragón o La Casa de las Dagas Voladoras, más que utilizar el estilo de la épica china y aprovecharlo al máximo, algo que se puede exigir a una producción de Disney, se queda a medio camino, y sólo consigue una imitación regular. A veces se oye decir cuando algo es barato, pero de no muy buena calidad, que "es del chino", pues en venganza el cine chino podría decir, para justificar la mediocre calidad de paisajes, fotografía y peleas: "es de los yankis".

Creo que sería mejor ver esta en vivo antes de ver la peli de dibujos, si es posible. Aunque quizás a mucha gente le pueda resultar entretenida, de ninguna manera con estos mimbres se podría hacer un clásico como para mí es, sin duda, el Mulan original.

sábado, 30 de mayo de 2020

King Lear - 1971 - Peter Brook

La historia, ya hemos hablado de ella otras veces, es la de un legendario rey bretón, anterior al imperio romano, que decide repartir el reino entre sus tres hijas, para ello les pide que le expliquen cuanto le quieren, y según su respuesta será más o menos generoso. Las dos hijas mayores le adulan y exageran, mientras que la sincera hija menor le viene a decir que le quiere "como a un padre", lo cual enfada mucho al rey, quien la deshereda.

A partir de ahí los personajes se dividen en traidores y leales al rey, y se van juntando y separando en distintas aventuras, hasta el trágico final.

Esta versión me recuerda mucho al Macbeth de Orson Welles, está rodada en blanco y negro, con muchos primeros planos y cierta estética de terror. El protagonista es un hombre duro, con lo cual la supuesta locura de Lear se atenúa, es más un hombre centrado en sí mismo, fuerza concentrada, que parece mandar incluso cuando es un mendigo, pero carente de fragilidad, lo mismo le ocurre al Rey Lear que interpreta Anthony Hopkins, pero en este caso es más acusado, el rey parece un león incluso en su peor momento.

A la estética en general dura, se une la ambientación: un paisaje árido, animales muertos tras la tormenta, y en general pobreza. Incluso las camas de los nobles son montones de paja. En este sentido es una película más realista que otras, porque uno se puede imaginar que el ambiente de Inglaterra del siglo VIII antes de Cristo podría ser así: cuero y piel por todas partes, castillos que son caserones de madera y adobe, y carruajes que son enormes cajas de madera, con ruedas sólidas, sin radios. Todos estos factores y la oscuridad omnipresente crean un ambiente opresivo muy adecuado para la obra, y que, de alguna manera, ofrecen el contrapunto a la fuerza del protagonista: Lear no se hunde, pero el mundo sí.

No es mi versión favorita de la obra, quizás la que más se disfruta es la última, la de 2018 que mencionaba antes, con Anthony Hopkins como Lear, quizás por ser la más impura, la menos clásica, un poco más corta, un poco más alegre (o menos triste), más actual.

jueves, 28 de mayo de 2020

The life and dead of King John - 1984 - BBC Shakespeare Collection


El rey Juan de la obra es Juan "Sin Tierra", el hermano de Ricardo Corazón de León, muy conocido por ser el jefe de los malos en Robin Hood. El apodo "sin tierra" se debe a que, al ser el menor de sus hermanos se supone que no iba a heredar. Pero en aquellos tiempos la vida era muchas veces corta, de manera que sobrevivió a todos sus hermanos, heredando finalmente la corona a la muerte de Ricardo I.
Sorprende, para curiosos de la historia, lo involucrado que estaba ya el reino de Castilla, en plena reconquista, en las alianzas político-matrimoniales de la época. Uno de los personajes de esta obra es Blanca de Castilla, que llegará a ser reina de Francia, siendo hija de Alfonso VIII y Leonor de Inglaterra, reyes de Castilla, por el nombre ya vemos que esta reina era, a su vez, hermana de "Corazón de León".

Como sucede a veces con las obras históricas de Shakespeare, acaba con un pronóstico (que para el autor ya es pasado, claro) sobre lo grande que va a ser Inglaterra en el futuro, en manos del heredero de Juan, Enrique, a quien las cosas le fueron mucho mejor.

Eran tiempos de guerra continua, en Inglaterra como en todas partes, la época feudal, con Europa gobernada por señores de la guerra, era un no parar de fidelidades, traiciones e intereses contrapuestos. Es lo normal, si quien ostenta el poder lo hace en nombre de la guerra, pues habrá guerra. Durante unos pocos siglos, además, la presencia de Inglaterra en Francia, en ocasiones con dominios más grandes en el continente que en la isla, es una fuente continua de batallas entre reyes y nobles de un sitio y el otro.

A los ojos de Shakespeare los nobles son en su mayoría gigantes morales, que están dispuestos a pelearse por los derechos de un niño, o en venganza del mismo, o porque se lo dice un cardenal. Esto le da un aspecto un tanto ingenuo a buena parte de la obra. En todo caso la historia se simplifica, y nos cuenta las distintas guerras del reinado de Juan como si fueran una sola, simplificando, lo cual era muy necesario, porque parece que al menos fueron dos contra Francia más una guerra civil, y eso no hay quien lo siga en una obra de teatro.

Es difícil disfrutar de esta obra en concreto, desde mi punto de vista, consiste en muchas discusiones muy racionales sobre los motivos de apoyar a unos u otros en distintas batallas, y realmente son pocas las escenas emotivas. En este caso ni siquiera nos da un respiro con algún personaje gracioso para romper de vez en cuando la tensión, excepto en alguna escena del hijo bastardo de Corazón de León, todo lo demás es sesuda discusión y triste guerra.

lunes, 25 de mayo de 2020

King Lear - 2018 - Richard Eyre

Se trata de una producción de la BBC y Amazon, con actores habituados a Shakesperare, y a la vez conocidos por todos, y un director que también tiene experiencia en el autor. Se ha ambientado en la época actual, algo que no siempre funciona (vease el último Cimbelino), pero en este caso a mí me ha ayudado a entrar en la historia.
Al mismo tiempo, los palacios y mansiones ofrecen una imagen anticuada, que da un muy adecuado contrapunto, en la mayor parte de escenas de interior, a los modernos decorados militares y chabolistas, de manera que se hace creíble la ambientación actual, pero con un agradable regusto de época.

Como decía, los actores están muy bien seleccionados; encabezados por Anthony Hopkings, que entra y sale de Shakespeare con comodidad, y lo mismo hace de Titus que de Odín, y que crea un Lear muy a su estilo: con fuerza, con mucha pasión y muchos gritos, más introvertido que loco, y ahí se nota un defecto que quizás tenga como intérprete, y es un excesivo control, incluso perdida la razón parece más cuerdo que quienes le rodean, y no consigue parecer frágil. En mi opinión todos correctos, el único que destaca para mal, porque siempre parece que más que actuar pone caras, es Andrew Scott, el Moriarty de la serie Sherlock. Me ha gustado ver a Jim Carter, el mayordomo de Downton Abbey, en el papel del fiel Kent, casi le ha bastado cambiarse de ropa para pasar del fiel mayordomo al fiel conde, una simpática interpretación.

La película es bastante fiel a la obra original, a la que han recortado una media hora, algo conveniente para hacerla llegar con cierta fuerza al público. Han quitado, o eso me parece, bastante texto de Gloucester ciego guiado por Edgar loco; en la obra original hablan mucho y su viaje a Dover es largo como el de Frodo y Samsagaz hasta Mordor, sin embargo en la peli nada más salir ya han llegado, y, aunque eso choca un poco, yo lo agradezco porque, como decía antes, me sobra Andrew Scott como Edgar.

En cuanto a la historia, nos habla del Rey Lear, legendario rey de la antigüedad inglesa, aunque el tema principal de la obra es familiar e íntimo, hablando de la familia y de la vejez, la parte de la política está presente, en forma de conspiraciones y fidelidades, pero en un segundo plano, porque lo que nos dice la obra es que el Rey Lear es rey, pero sobre todo es un padre que se ha hecho viejo sin darse cuenta, y, como dice el bufón: antes de hacerse sabio.

Merece la pena como una manera más que digna de acercarse a una de las obras más prestigiosas del autor, aunque también una tragedia de principio a fin. Mantiene muy bien el ritmo, y toda la presentación se aleja de lo que sería una visión teatral de la obra, se buscan ambientes grandes, incluso muchos de los interiores, y en definitiva, todo el lenguaje visual e interpretativo es cinematográfico, lo cual sienta muy bien a una obra que en caso contrario bien podría resultar árida para el espectador menos aficionado.



domingo, 24 de mayo de 2020

Aves de Presa - 2020 - Cathy Yan

Creo que es la peor película que he visto en los últimos tiempos, y eso que me he tragado algún sapo que otro. El núcleo de la película es la villana Harley Quinn, novia de El Jocker, poco que ver con el de la última película, claro, que a su vez poco tenía que ver con nada anterior. Este es un Gotham mucho más suave, y mucho más auténtico, o sea, más falso.

Se rescata el personaje y la actriz de Escuadrón Suicida, pero mientras esta última, con sus defectos, era una peli de superhéroes de razonable calidad, cuyo mayor defecto era quedarse en tierra de nadie entre la violenta seriedad que parecen exigir los tiempos incluso a las películas de superhéroes y los gags de película para todos los públicos. En este caso no hay término medio; es una historia pueril con unos personajes planos como un folio, que sería, quizás, una buena película infantil, sino llega a ser porque de pronto le arrancan la cara a una niña por tener un grano y algún otro detalle del estilo.

El humor del personaje principal es previsible, y sin ninguna gracia, se ha hecho girar tanto la película en torno a sus tópicos que en lugar de construirla, la han desgastado. Dentro del sinsentido de toda la película de pronto aparece una de las protagonistas se saca superpoderes de la manga sin venir a cuento, en fin, un cúmulo de despropósitos a los que cuesta encontrar explicación, porque se ve que hay medios para hacer al menos una buena película comercial, pero se ve que los guionistas estaban pensando en otra cosa.

miércoles, 20 de mayo de 2020

King Lear - 1982 - BBC Shakespeare Collection

King Lear es una de las obras más prestigiosas de Shakespeare, quizás no una de las más conocidas aquí, porque es una tragedia poco comercial. Es un personaje pseudohistórico, supuestamente un rey bretón del siglo VIII antes de Cristo, pero la ambientación, los títulos nobiliarios y en general las costumbres son más propios de la época del escritor, no de lo que hubiera sido una supuesta prehistoria inglesa.

Según nos cuenta el bufón, que en este caso, bajo sus modales excéntricos, es el cuerdo de la obra, el defecto del Rey es haberse hecho viejo demasiado pronto, antes de hacerse sabio. Por ese motivo somete a una prueba completamente infantil a sus tres hijas, para posteriormente donar su reino a aquellas que la superan, y desheredando y despreciando a quien le trata con auténtico respeto. En paralelo lo mismo sucede con Gloucester, noble leal, que desprecia a su hijo fiel en favor del traidor bastardo (literalmente).

El personaje del rey, interpretado magistralmente por Michael Hordern, empieza un poco descentrado, y va perdiendo la razón completamente ante la traición de sus hijas.

Por lo demás, es un triste relato sobre la vida y la vejez, la lealtad y la traición, y el amarguísimo resabor de que nada importa: los buenos y los malos son igualmente castigados, el único premio de quien obra bien es saberlo, pero eso no le salva de morir, o de ver como sus seres queridos, como ellos mismos, están condenados a muerte, porque es lo que tiene la vida.

domingo, 17 de mayo de 2020

Measure for measure - 1979 - BBC Shakespeare Collection

Llama la atención como incluso de esta obra secundaria de Shakespeare se han hecho dos versiones para el cine ya en el siglo XXI, una en 2006 y otra en 2019. Da un poco de envidia esta capacidad de la Commonwelth para versionar una y otra vez su literatura.
En este caso se trata de una comedia, quizás por eso pasa a segundo plano, porque siempre parece que las tragedias dan algo más de prestigio y son tomadas más en serio. La diferencia es que acaba más o menos  bien para todos, como bien explica Allen en Melinda y Melinda, y que siempre hay algo más de sexo y picardía.

En este caso el Duque que manda en Viena decide marcharse de la ciudad, dejando al cargo a Ángelo, un noble de moral aparentemente estricta, pero que pronto se descubrirá como hipocresía. Pero no importa, el Duque está presente como un espíritu bueno en toda la trama, de manera que el espectador sabe en todo momento que nada va a salir mal. Es como un episodio de Colombo, todo el mundo sabe quien es el asesino pero queremos ver al detective en acción.

Por lo demás, abundan los personajes del Lumpen tan habituales en la obra del autor, que se usan como los chistes de catetos y para gastar las bromas más soeces, y no deja de sorprender el ateísmo que presentan los personajes en sus momentos de debilidad, y la rebeldía del autor, que compara al verdugo con el dueño de un prostíbulo.





viernes, 15 de mayo de 2020

Maléfica: maestra del mal - 2019 - Joachin Ronning

Debo reconocer que no me ha gustado nada la película, a lo mejor soy yo, que me hago mayor, pero me parece que hace tiempo que no vale con poner imágenes bonitas y mundos extraordinarios, con sus paisajes, castillos y personajes de diseño, desde El Señor de Los Anillos, y tantas otras películas de fantasía que han proliferado los últimos años, todo esto gusta, pero no es suficiente.

Cuando una película necesita demasiados giros inesperados es probablemente porque no tiene una historia detrás, y eso es lo que le pasa a esta segunda parte de Maléfica. Me gustó bastante la primera, pero esta segunda no me ha interesado nada y, lo que es mucho peor, me ha aburrido. Como digo se apoya demasiado en la aparición de más y más personajes, tribus enteras, en los giros y sorpresas, algunas, especialmente la final, bastante lamentable, y lo demás lo rellena con tópicos repetidos hasta la saciedad.

El personaje de Maléfica pierde protagonismo frente a una princesa y un príncipe que personalmente me resultan bastante repelentes, y en cuanto a la caracterización, han hecho a Angelina Jolie tan inhumana que en algunas escenas parece más un personaje de Hormigaz que una actriz real.

Como novedad más llamativa tenemos a Michelle Pfeiffer, haciendo de reina rival de Maléfica, pero, aunque he leído buenas críticas sobre ella, no me parece que sea capaz de salvar al personaje.

En definitiva, quizás sea una buena película para entretener a los niños en estos largos días.

lunes, 4 de mayo de 2020

Downton Abbey - 2019 - Michael Engler

Se trata de una película basada en la serie del mismo título, de la que se grabaron 5 temporadas. Es una continuación de la misma, un reencuentro, más bien, con los personajes y los ambientes.

Difícilmente tendrá interés para quien no haya visto la serie, porque probablemente se perdería entre personajes que se dan lógicamente por conocidos por el público, y se da por hecho, además, que el público se preocupará por ellos y se pondrá, digamos, de su parte.

Por lo demás, la no tiene la más mínima tensión, al menos en la serie hay buenos y malos, buscándose la ruina unos a otros, pero en la película no les ha dado tiempo a desarrollar nada, se ve que no están acostumbrados a contar nada en dos horas, aunque cada temporada terminaba con un episodio doble, no era cerrado, sino que, como es habitual, cerraba una temporada dejando la puerta abierta a la siguiente. Aquí todo es cuento de hadas, todo va bien de principio a fin, con unos problemas que más bien pueden llamarse travesuras y que pronto encuentran solución a satisfacción de todos, para que nadie nos pongamos nerviosos.

Reconozco que vi la serie hace poco, y además demasiado seguida, así que puede que acabara un poco harto de los personajes y problemas repetidos en bucle, pero el caso es que este final me parece empalagoso, y sólo válido para entusiastas a quienes les de igual lo que pase, mientras vean funcionando a sus queridos personajes, que no hacen sino un homenaje a sí mismos, homenaje que en algunos momentos casi parece una parodia.

La mansión sigue siendo maravillosa, a eso no se le pueden poner pegas, y todos van muy bien vestidos, pero la ambientación incluso se rompe un poco (bastante) respecto a la serie, donde todo era riguroso y a veces parecía poder funcionar como un documental sobre la clase alta inglesa de principios del siglo XX y el tardíó final del antiguo régimen. Ahora eso se toma un poco mas a broma, y los empleados de escaleras abajo parecen más un grupo de trabajadores en plan "The Office", que los rígidos sirvientes de otros tiempos.

Recomendable para los nostálgicos de la serie, incluso para quienes la hayan visto y no sientan mucha nostalgia, por ponerle un punto final a la historia y ver que todos son felices y comen perdices.


jueves, 23 de abril de 2020

Puñales por la Espalda - 2019 - Rian Johnson

Película de misterio, con un título muy misterioso en español, que nada tiene que ver con la trama.

Se deja ver, no es muy larga, pero reconozco que no acabo de captar el tono jocoserio que pretende seguir, a la vez como homenaje a la obra de Ágata Christie y como parodia de la misma. Creo que hubiera funcionado mejor como sátira, porque la trama es absurda desde el principio, y de ese punto de partida imposible, o absurdo, parece aprovecharse el autor para crear la intriga, pero hubiera sido mejor aprovecharlo para crear comedia.

En definitiva, no tiene ni pies ni cabeza, la película se apoya más que en la historia en el supuesto encanto de los personajes, especialmente los interpretados por Daniel Creig y Ana de Armas, y un conjunto de muy conocidos secundarios, pero de nuevo a mí no me ha llegado ninguno de ellos, quizás excepto Ana de Armas.

La película tiene buenas críticas y nominaciones a los Globos de Oro y Oscar, así que entiendo que esto que escribo es muy subjetivo, pero es como una versión light del Asesinato en el Orient Express que hizo en el 2017 Kenneth Branagh, con un toque de humor que la estropea, bien porque sobra, bien porque no llega, dependiendo de si uno clasifica la película como una obra de misterio con chistes o una comedia de misterio.

Para pasar una de estas tardes en casa ¿Por qué no? Pero también para olvidar pronto, un pasatiempo.

miércoles, 1 de abril de 2020

Anna - 2019 - Luc Besson

El director de Nikita parece que decidió repetir la película el año pasado, pero peor. A lo mejor no es peor, pero como ya hemos visto al personaje original, más la versión americana, más la serie, más la película de Hanna, que algo tiene, más la serie de Hanna, más las películas de John Wick... quizás esta película parece peor por la simple repetición.

Hay muy pocas novedades en esta película, si es que hay alguna. Es cierto que ahora se pelea mejor en el cine que hace unos años, con mucha más violencia y mucha menor carga emocional, se mata como quien hace deporte o juega al videojuego. Nos están educando, sin mala intención, en la idea de que la vida no vale nada, y no importa la cantidad de gente que uno mate, si es guapo y tiene buen fondo.

Reconozco que personalmente estoy harto de tanto asesino convertido en héroe, aunque sea una forma nueva de heroicidad, que consiste sobre todo en la estética, en ser guapo, vestir bien, ser una persona muy profunda, con muchas capas, como Shrek. Así, nos explican como una chica, prisionera de sus decisiones, que vive con un novio muy malote una vida sin esperanza, da un paso atrás para sumergirse en el todavía más duro mundo de la moda, donde las sesiones son interminables y los fotógrafos auténticos dictadores.
La chica es entrenada en muy poco tiempo para ser una asesina con auténticos superpoderes, aunque no les llamen así (los superpoderes ya son habituales desde hace mucho tiempo en las películas de acción, disfrazados como supuestas habilidades), y utilizada, sin mucha oposición por su parte, para acabar con objetivos.

Es curioso que la lucha moral de la mujer no consiste en que le moleste asesinar objetivos (así como también vigilantes de seguridad, soldados, y quien se cruce en su camino), sino en que no es libre, lo hace bajo las órdenes de otras personas, que además controlan su vida, y eso sí le resulta muy fastidioso, por lo visto.

En fin, es una revisión de Nikita, algo mala, y desde mi punto de vista un poco aburrida, en los tiempos de John Wick.