sábado, 23 de enero de 2021

El Jinete Pálido - 1985 - Clint Eastwood

Gran clásico de Clint Eastwood, que aprendió bien las lecciones de sus años de espagueti y su ya considerable experiencia en el cine de aventuras americano (tanto del oeste como policiaco), construyendo una historia épica, quizás muy básica, pero que funciona muy bien.

Se suele relacionar esta película con Raíces Profundas, no sin razón, porque no se ocultan en absoluto las deudas con esta película, si bien el paralelismo principal en mi opinión es con Infierno de Cobardes, o, si se quiere, podría ser el blanco Raíces Profundas pasada por el filtro malvado del Infierno, dando este resultado, más ambiguo que el clásico del 53, y menos oscuro que el Infierno de Eastwood.

Desde el principio el Predicador, el Jinete Pálido, es sobrehumano llega traído por una oración, y se va tras establecer la paz de los cementerios, porque es un jinete del apocalipsis y su nombre es mortandad. Está tan por encima del ser humano medio, que casi dan ganas de meterle en el universo Marvel.

El esquema es más o menos Equipo A: un malvado millonario, empresario minero, se enfrenta al abuelo de Víctor Manuel, que fue picador allá en la mina, intentando echarle a él y a sus compañeros de un pueblo, o campamento, de mineros independientes que intentan ganarse la vida cribando la arena del rio en busca de pepitas de oro. El gran empresario, por si fuera poco, tiene un sistema de explotación mediante agua a presión que acaba con el paisaje, con lo que la película añade al habitual mensaje social de Hollywood un mensaje ecologista, al comparar a un sólo hombre (o una sola compañía) que modifica  el cauce de los ríos y destruye montañas, con todo un pueblo cuya huella es la mínima que se puede imaginar. Para ayudar a los pequeños empresarios contra las malas artes de la multinacional llega el gran héroe, acostumbrado a estas lides, y que esta vez se lo tomará como algo personal.

Como desde niño me gusta esta película, a lo mejor no soy muy imparcial, pero para mí es uno de los grandes western de la historia, tanto por la presencia imponente de Eastwood, como por las actuaciones de la mayor parte del reparto, y en general la capacidad de meternos en esta historia.

martes, 12 de enero de 2021

Criminales en el Mar - 2019 - Kyle Newacheck

Una de las películas de Netflix con más éxito el año pasado, pero que no lo merece mucho.

Los dos protagonistas llevan todo el peso de la película, y lo cierto es que más o menos hacen lo que se espera de ellos, sólo que ni los chistes tienen gracia, ni el suspense hace que uno sienta ninguna tensión, para mí al menos no funciona ninguna de las dos vertientes. En general no están Sandler y Aniston entre mis actores favoritos, pero normalmente me parece que cumplen, así que supongo que la culpa de la mala imagen que dan en esta película es porque el guion deja mucho que desear.

Como se podrá suponer, la historia tiene dos vertientes: por una parte es una comedia basada en el trillado

esquema de unos espontáneos personajes de clase media se ven dentro de un ambiente de acartonado lujo, con su desparpajo y demás, y por otra el suspende de un asesinato en homenaje directo a la película Cluedo.

En definitiva, un matrimonio formado por un policía y una peluquera, se ven de pronto invitados a una excursión que transcurrirá en un lujoso yate. Durante el evento se produce un asesinato, y a partir de ahí la película empieza a desvariar, sin que nos importe mucho quien mata a quien ni por qué.

Como detalle hay que ver la escena en la que los protagonistas salen del avión en Málaga y van a coger el autobús, con bailaora y flamenco incluido. También hay un personaje español, de los más graciosos, un piloto de Fórmula 1, de nombre Juan Carlos, supongo que en referencia a Fernando Alonso y al Exmérito. Lo que más me ha gustado es que el español lo ponen como uno que no tiene la más mínima idea de hablar inglés, como la vida misma.

lunes, 11 de enero de 2021

Infierno de Cobardes (High Plains Drifter) - 1973 - Clint Eastwood

Es un western dirigido y protagonizado por Clint Eastwood, no tan conocido como El Jinete Pálido o Sin Perdón, pero que a mí me gusta tanto como éstos. La impresionista construcción, o tallado, de los personajes, por una parte parece casi una caricatura, por otra, un trabajo de orfebrería.

Es difícil para mí hablar de esta película sin mencionar El Jinete Pálido, porque son prácticamente anverso y reverso de la misma historia. Los paralelismos son continuos: pueblo minero, misterioso extraño, mujer joven y mujer madura, corderos frente a lobos, incluso al final el protagonista salva la vida gracias a un amigo. Como decía Aristóteles, nos diferenciamos en lo que tenemos en común, así que estos paralelismos que he citado son a la inversa, como en un espejo: un pueblo decadente frente a un pueblo en construcción, un extranjero abusón y violento frente a un predicador, corderos a quien les llega un lobo frente a corderos a quienes les llega un mastín, una mujer joven petulante y traidora a quien el protagonista viola frente a una adolescente inocente, respetada y cuidada sobre todo lo demás... Sólo la mujer madura tiene un carácter parecido en ambas películas, en ambas sabia, que ve más claro que los demás personajes.

Ambas películas se mueven en una ambigüedad moral que abarca toda la historia. En Lago hay algo que lo hace parecer despreciable desde el principio: las caras, las miradas, no se sabe muy bien... el extranjero nos parece que puede ser el héroe, pero aplasta a casi todos a su paso, sin motivo aparente humilla al sheriff, al alcalde, hotelero, predicador, a todos. Un recuerdo les hace culpables: han presenciado el asesinato de su sheriff y no han hecho nada para ayudarle. Muriendo, el sheriff les maldice: iréis todos al infierno.

Finalmente, con esta frase y otra de la mujer madura, que es la única que entrevé la verdad, se dan las claves, en la última escena de la película, decirnos, o sugerirnos lo que en realidad ha pasado, lo que hemos visto sin saber que lo estábamos viendo. Guardando una perfecta simetría, el jinete vuelve a cruzar el pueblo, como en la escena inicial, pero ahora es un montón de restos quemados, no queda nada del pueblo con numerosas casas en construcción, sólo ruinas materiales y humanas.

El extranjero se despide de su amigo, que está tallando una tumba para el sheriff asesinado, y desparece como un espejismo en las ondas de calor del desierto.