miércoles, 10 de abril de 2019

Programa VOX - Punto 10

Con este punto se cierra el capítulo de España, unidad y soberanía del programa, sin duda el primero no sólo en el orden de presentación, sino en la importancia que podría alcanzar VOX dentro de la política española.

10. Supresión del Concierto Económico Vasco y el Convenio Navarro y la incorporación de ambas regiones y sus Diputaciones Forales al Régimen Común.

Estaba ya claro, no es más que un corolario al resto de las medidas, es tan redundante que sólo se explica su inclusión en el programa por el hecho de que el partido quiera explicitarlo, recalcar que quiere acabar con la especificidad política de Navarra y País Vasco, que va más allá del sistema autonómico, al menos tal y como se entiende para el resto de España. 
Quizás a la ampliación de un sistema parecido al Vasco es a lo que se refieren algunos al referirse a la España federal como solución al independentismo, al menos allí parece funcionar, de momento. El problema es que obtendríamos una España más bien irreal, escrita en un papel, un mapa de ninguna parte condenado a desaparecer.

Como decía, la disolución del Estado autonómico que se plantea en los puntos anteriores harían innecesario concretar la situación del País Vasco y Navarra, pero, siendo un tema siempre polémico, se comprende que se quiera explicitar.

De hecho, al concluir este capítulo, creo que se podría (o debería) haber quedado en un sólo punto:

6. Transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división. Un solo gobierno y un solo parlamento para toda España. Como paso previo: devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica.

Casi todo lo demás vendría "por añadidura", y lo que no se pueda incluir en este punto, o pierde sentido, o mejor no hacerlo.





martes, 9 de abril de 2019

Programa VOX - Punto 9

Quizás lo más sorprendente de este punto no es lo que dice, que hasta cierto punto es previsible, sino su inclusión en el capítulo "España, unidad y soberanía", quizás la ley de memoria histórica requiera un capítulo aparte, por lo alejada que está de otros asuntos políticos. La ley de Memoria Histórica es política pura, en el peor sentido de la palabra, es un garrote que se han inventado para que nos peguemos unos a otros.

9. Derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica. Ningún parlamento está legitimado para definir nuestro pasado, y menos excluyendo a los españoles que difieren de sus definiciones. No puede utilizarse el pasado para dividirnos, al contrario, hay que homenajear conjuntamente a todos los que, desde perspectivas históricas diferentes, lucharon por España.

En cuanto al contenido de la Memoria Histórica, el propio nombre es terrorífico, precisamente lo que es memoria no es historia, y viceversa, si es que la historia es una ciencia, y no sólo "el pasado". Personalmente me parece correcto que se vayan sustituyendo símbolos de la dictadura por otros más actuales, que representen nuestra democracia, o sus valores, pero hacerlo de manera sistemática y con aparente prisa, no tiene mucho sentido, más de cuarenta años después del fin de la dictadura. El caso es que la expresión "memoria histórica" no oculta su intención de hacer actual nuestra memoria sobre la guerra civil.

Son muchos los avisos de que la guerra del 36 y la dictadura franquista, en lugar de seguir el proceso normal de "pasar a la historia", están más presentes que hace 20 años. Yo lo recuerdo igual; en mi niñez el tema todavía era casi actualidad, la gente hablaba mucho de Franco, a favor y en contra, pero luego en mi adolescencia y "primera juventud" (permítanme fingir que hay varias), el recuerdo se fue diluyendo, y las disputas políticas trataban de aquel presente: de si un partido u otro, de impuestos, de empleo, de ETA, etc. Hoy el tema ha vuelto, es hora de cerrar las heridas, abriéndolas.
Creo que ayer mismo escuchaba por televisión como un politólogo hablaba, para dotarse de autoridad moral, de sus dos abuelos muertos en la guerra civil. Imposible que tenga un recuerdo personal de ellos, sin duda esas muertes sucedieron muchos años antes del nacimiento del politólogo en cuestión. ¿Entonces? Otro éxito de la memoria histórica.

La última frase del punto me recuerda a una columna escrita por Pérez Reverte hace poco sobre los héroes, en el cual venía a decir que son independientes de los bandos por los que luchan. No puedo estar de acuerdo con esa opinión, sin duda puede haber valor y cualquier otra virtud, digamos, funcional, en cada bando, incluso puede ser respetado por el bando contrario, pero el héroe siempre es de un partido, y si parece que no lo es, seguramente es porque no hemos examinado bien de qué guerra, o de qué bandos estamos hablando.

La solución más fácil es la que toma Pérez Reverte (implicitamente) y VOX (explícitamente), todos son héroes porque todos son de España, sólo que entonces nos falta la referencia externa, ¿España contra quién o contra qué?
VOX dice que lucharon por España "desde perspectivas históricas diferentes", pero creo que no, que precísamente la perspectiva histórica era la misma, como no puede ser de otra manera, lo que lucharon es desde posturas políticas contrarias.

Así que tengamos cuidado.