viernes, 8 de septiembre de 2017

¿En serio todavía Darwin?

Publica esta semana el periódico digital un artículo de Ramón Tamames sobre la teoría de la evolución, ya desde el título "El evolucionismo" este artículo tiene algo que suena a falso y antiguo, a pequeño y mezquino.

En él, con el mejor estilo de periodismo de cotilleo, el autor intenta tirar piedras sobre el descubridor de la teoría de la evolución, y sobre su obra. Así que, aprovecho para aclarar algunos puntos supuestamente polémicos:
Wallace, que desarrolló la teoría independientemente, siempre aceptó como superior la teoría de Darwin, quien, por otra parte, comenta sin reservas teorías previas a la suya en "El Origen de las especies", en ningún momento se considera inventor de el evolucionismo, o transformismo, sí, en todo caso, de la selección natural, o de su versión más completa.

Las leyes y teorías científicas rara vez (¿o nunca?) son obra de una sola persona (¿Acaso la relatividad es fruto solamente de Einstein? Claro que no). Las grandes teorías tienen mucho de grandes unificaciones.

La selección natural cabe en dos líneas, no hacen falta 12 holandesas, pero la exposición y defensa de la teoría de Darwin, usando todos los conocimientos disponibles en su momento sin duda requería este gran libro que es "El origen de las especies".

sábado, 2 de septiembre de 2017

El fundador - 2016 - John Lee Hancock

Reconozco que en los primeros momentos me pareció ridícula, incoherente en la presentación de un personaje que al tiempo es un perdedor, incapaz de vender una batidora, pero que se gana la vida muy bien, quien de pronto se ve metido en las cocinas de McDonal´s sin ninguna intención, casi forzado por la educación. Hasta aquí simplemente infantil.

Pero además parece una especie de publireportaje de McDonald´s: que si es la mejor hamburguesa que se ha comido jamás, que si el sueño cumplido de empresa revolucionaria... luego empeora, porque resulta que todo lo que es necesario para que crezca la empresa es olvidarse de "los ricos" y fijarse en la clase obrera y la familia, dar una oportunidad a aquellos que no quieren invertir, sino llevar un negocio, ese es el verdadero espíritu de la franquicia, "la nueva religión de América" está hecha para los trabajadores, por los trabajadores.

Y no sólo por lo que se dice explícitamente. Las imágenes del fundador buscando franquiciados son en sí mismas como un enorme anuncio de multinacional: hombres y mujeres de todas las razas, sonrientes e ilusionados por la oportunidad que se les ofrece de llevar una vida plena, finalmente incorporados a la sociedad no como explotados, sino como líderes.

Según las críticas que he leído, el mensaje se oscurece al final de la película, pero personalmente no lo tengo nada claro. Es cierto que el protagonista (alerta espoiler) engaña, a sus socios, pero se va justificando este engaño a lo largo de toda la película, echando basura sobre la gestión de los engañados ¡Se lo merecían! Y por si no es suficiente, se llevan 1,35 millones de dólares cada uno por el trabajo que ha hecho otro.

También engaña a su mujer, pero también esto se va preparando toda la película, y todo se justifica cuando nos explican que, finalmente, la mujer de su vida era la esposa de un socio, los dos viven juntos comiendo perdices hasta el final, y además donan su fortuna a obras benéficas. ¡No se puede ser más bueno!

Lo mejor de la película, en esto parece coincidir todo el mundo, son las actuaciones. La elección de Michael Keaton como protagonista es casi el único signo de que no se quiso hacer un héroe total del personaje, porque es un gran actor, que siempre da algo oscuro, antipático, casi desagradable a sus personajes, y al tiempo los hace carismáticos y, de alguna manera, poderosos.

En defintiva, no sé si el director quiso ser irónico, o contarnos un cuento para niños disfrazado de aventura para mayores (no hace falta fijarse mucho para ver que al final todos los buenos son premiados y los malvados castigados, la justicia prevalece, y sobre todo, la franquicia prevalece).