Decía el filósofo Erich Fromm que a partir de los principios del siglo XX se acabaron las utopias y las narraciones sobre el futuro pasaron a ser pesimistas, lo que llamamos distopías.
Parece que esta es una clave, sino "la clave" de la postmodernidad, la incapacidad de prever un futuro a medio plazo en el que todo vaya bien para todos, la falta de fe en un sistema. Incluso la recuperación del discurso comunista que se da en estos tiempos carece de narrativa, es más bien un llamamiento individual a conseguir una vida mejor para uno mismo, no un proyecto para todos. La nueva lucha de clases de momento no se propone acabar con las clases.
En este sentido la película transcurre en dos tiempos futuros, el imperfecto de dentro de treinta años, en una ciudad que todavía conserva mucho de las actuales, pero más pobre, y el futuro perfecto, acabado, de dentro de setenta años, que es el alcance de la historia que se cuenta. Es, por decirlo así, el futuro de la generación que naciera en el 2012.
A veces parece que se trató de hacer una versión intimista de Terminator, vínculo que no intentan ocultar, ya que hay un personaje llamado Sarah, que es Sarah Connor, claramente. En esta ocasión no es un robot sino un hombre quien viene del futuro para corregirlo desde el pasado.
Como decía, esta película es más intimista, y nos muestra las posibilidades de cada individuo, según sean sus decisiones, las circunstancias y el bagaje que vaya acumulando, si bien, como se demuestra finalmente, las propias decisiones son lo definitivo, y podría ser la conclusión, somos radicalmente libres. Nuestras posibilidades se mueven de lo peor a lo mejor, y podemos acabar haciendo el papel de Terminator o de John Connor.
El ambiente de moderna decadencia y la presencia de Bruce Willis nos lleva a tener en cuenta también 12 monos, con la cual se encuentran también otros puntos en común. Pero el hecho de que haya multitud de referencias a otros viajes en el tiempo, incluidos también los de Futurama, no significa que sea un refrito al estilo de las películas comerciales, es algo distinto, simplemente se incorpora a la tradición de la mejor ciencia ficción. La combinación de las piezas, aunque no sean, ni puedan ser, del todo originales, y los sutiles pero continuos cambios de perspectiva en la narración, hacen de esta película algo nuevo, y desde mi punto de vista algo muy bueno.
El único defecto, desde mi punto de vista, es que el entramado de pasados y futuros posibles, es demasiado complejo, y las líneas de tiempo se hacen confusas, aunque, como dice el personaje de Bruce Willis hablando del tema: "¡Eso no importa!, nos podríamos pasar el día hablando de las complicaciones de los viajes en el tiempo", con una ironía que intenta a la vez dar una explicación y dar el tema por cerrado. Para mí, de todos modos, demuestra que se han puesto en el lugar del espectador.
¡Merece la pena! A poco que el lector sea aficionado al buen cine, y en concreto a la ciencia ficción, verá que esta película es un imprescindible, tanto como las ya citadas Terminator o 12 Monos. Soprende lo poco que se ha oído hablar de ella, pero seguro que se irá filtrando a través de obras futuras del género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario