Se deja ver, no es muy larga, pero reconozco que no acabo de captar el tono jocoserio que pretende seguir, a la vez como homenaje a la obra de Ágata Christie y como parodia de la misma. Creo que hubiera funcionado mejor como sátira, porque la trama es absurda desde el principio, y de ese punto de partida imposible, o absurdo, parece aprovecharse el autor para crear la intriga, pero hubiera sido mejor aprovecharlo para crear comedia.
En definitiva, no tiene ni pies ni cabeza, la película se apoya más que en la historia en el supuesto encanto de los personajes, especialmente los interpretados por Daniel Creig y Ana de Armas, y un conjunto de muy conocidos secundarios, pero de nuevo a mí no me ha llegado ninguno de ellos, quizás excepto Ana de Armas.
La película tiene buenas críticas y nominaciones a los Globos de Oro y Oscar, así que entiendo que esto que escribo es muy subjetivo, pero es como una versión light del Asesinato en el Orient Express que hizo en el 2017 Kenneth Branagh, con un toque de humor que la estropea, bien porque sobra, bien porque no llega, dependiendo de si uno clasifica la película como una obra de misterio con chistes o una comedia de misterio.
Para pasar una de estas tardes en casa ¿Por qué no? Pero también para olvidar pronto, un pasatiempo.