Segunda película de Seth MacFarlane, en el que abunda en el humor negro y pretendidamente escandaloso que caracteriza su trabajo.
Creo que en general la obra del director va teniendo un problema, y es que cada vez es más difícil sorprender y escandalizar, y al mismo tiempo hacer gracia, de manera que en muchos chistes de la película ni sorprende, ni escandaliza, ni hace gracia, así pues ¿Por qué llamarlos chistes?
No es que la película no tenga sus momentos, que sí los tiene, pero son minoría respecto a las dos horas de duración, que por otra parte son difíciles de justificar. Quizás haya veinte minutos verdaderamente divertidos, y no más de cuatro o cinco escenas graciosas y logradas, que parezcan más o menos originales (sobre todo si nos olvidamos de Mel Brooks).
En realidad la película se apoya sobre todo en los actores conocidos que participan en ella: Charlize Theron, Liam Neeson, Giovanni Ribisi y Neil Patrick Harris, quienes marcan la diferencia respecto a la torpeza de Seth MacFarlane. Especialmente Charlize Theron, quien se ha convertido en una gran actriz, y parece estar todo el tiempo actuando en registro de comedia romántica, haciendo resaltar la falta de expresividad de su compañero. Él deja claro desde el primer momento que no es actor, y eso se nota demasiado, a lo que hay que sumar el exceso de papel que tiene, ya que, a su personaje hay que añadir los largos monólogos que se ha reservado, que resultan pesados y pedantes en igual medida, pero lo que se dice graciosos, no son graciosos.
Queda claro que no sabía muy bien qué tipo de comedia quería hacer, o cómo encajar la parodia de cine del oeste con su humor absurdo habitual. Desde mi punto de vista acertó al hacer Ted, haciéndonos aceptar desde el principio unos presupuestos absurdos, pero en este caso no encajan las piezas; parecen dos películas yuxtapuestas, y ninguna de las dos muy buenas.
Sin embargo hay tres puntos positivos a destacar: Charlize Theron, Neil Patrick Harris, que está divertido, si bien empieza a parecer una parodia de su personaje en "Como conocí a vuestra madre", y la localización y fotografía de exteriores, que son espectaculares, como se pide a los "Western" modernos.
En definitiva, y después de tanto palo, se deja ver, es una manera de pasar la tarde tan tonta como otras, y al menos se ríe uno de cuando en cuando.
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