domingo, 25 de octubre de 2020

Borat, película film secuela - 2020 - Jason Woliner

Tras 14 años vuelve al cine el personaje de Sacha Baron Cohen, con una película al estilo de la original, aunque bastante peor.

Lo primero, el título en español, que es una traducción poco afortunada (en este caso no es una adaptación), el original: Borat Subsequent Moviefilm, refleja el mal inglés del personaje, mientras que en español simplemente queda raro.

En cuanto al contenido, se podría dividir en 3 partes: la pura ficción de Borat y su hija, la mezcla de realidad y ficción de sus "trampas", y, digamos, el "asunto Giuliani". Sobre la parte de ficción, a mí el personaje me hace gracia, creo que es lo único que al actor se le da bien (personalmente me parece pésimo cuando se sale del personaje al hacer Los Miserables o La Invención de Hugo). Entre él y su hija hacen una comedia absurda que para mí funciona, siempre teniendo en cuenta que no es una película "de verdad",posiblemente si le aplicáramos al guión o a los actores el mismo rasero que a otra comedia más convencional nos parecerían aficionados grabando un vídeo casero.

La segunda parte, la de las "trampas", me ha dejado la impresión de que Estados Unidos es el país más

civilizado del mundo. Por un lado están las partes claramente guionizadas, que son las de "los buenos", y por otra las verdaderas trampas (o eso creo, la clave de la película es que en algunas ocasiones cabe la duda). El caso es que cuando va Borat a molestar a gente que está a sus cosas, organizando un baile o una convención, es replicado con una calma y una corrección que parece casi imposible. Borat y su hija sabotean distintos actos, y no reciben a cambio ni siquiera una reconvención, son tratados con un respeto digno de admiración. Mi conclusión es que en esta segunda parte de la película, Baron Cohen intenta ridiculizar a quienes no lo merecen en absoluto, y queda en ridículo él, armado de una autoridad moral digna de un Torquemada. Cree que critica y sólo insulta.

Por fin llegamos al núcleo de la película, que es el "asunto Giuliani". Aquí no queda sino reconocer que tiene un gran mérito. Consiguen una entrevista con el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, durante la cual la hija de Borat liga con el entrevistado y le lleva a una surrealista situación en una habitación contigua. ¿Surrealista? Para el espectador, porque para el involuntario protagonista parece de lo más normal. Está claro que es una trampa preparada con dureza por la película, y que no hay acoso sexual ni nada parecido, ni tiene nada que ver con las ideas políticas de la "víctima", para mí el valor de estas escenas es el contarnos cómo es el poder, como hay una serie de personas que piensan que el mundo está a sus pies, porque, generalmente, mucho más de lo que pensamos, el mundo se pone a sus pies.

Para mí esta descarnada conclusión es toda la película. Nos hacen un truco cuando nos cuentan que la escena de Giuliani es la conclusión a una hora y media e historia, pero no es cierto, claro, es al revés, esta escena es lo único que cuenta, y el punto de partida, el resto es algo que se han inventado para alimentar la curiosidad del espectador, para convertir la película en algo partidista y para dar un contexto a los personajes (recordemos, un contexto falso para unos personajes que interactúan con una persona real.

¿Merece la pena verla? Pues depende de la simpatía que uno sienta por Borat, personalmente creo que es radical y estúpida en sus planteamientos, no por lo que tiene de política, sino por la traslación que hace a la vida común de las personas, las críticas son superficiales y de trazo gordo ¿Cómo van a ser sino? Pero lo que personalmente me parece desagradable es que las intente conducir a través de personas que no tienen nada de malo, a las que se pretende molestar, e incluso insultar, sin otro motivo que ser del partido que Baron Cohen no le gusta. Sin embargo esos minutos de entrevista (en la que Giuliani hace el papel de Fernando Simón, con Trump en lugar de Sánchez), sí creo que merece la pena verlos, así como la escena de la habitación. Es el otro mundo real que transcurre al lado del nuestro, o sobre el nuestro, es la "élite" en estado puro.


martes, 20 de octubre de 2020

El Asesinato de Julio César - 1970 - Stuart Burge

Respeto el título que le pusieron en español, pero lo cierto es que es una versión del Julio César de Shakespeare, no conozco el motivo por el que en esta ocasión decidieron añadirle lo del asesinato, será para darle más dramatismo, supongo.

En todo caso la película no se aleja del texto, ni de la más conocida versión de 1953, en la que el papel protagonista fue para Marlon Brando, como Antonio. Curiosamente el protagonista de César no es el propio César, sobre todo porque el momento de más lucimiento de la obra es el discurso en el mercado, que corresponde a Antonio, incluso el segundo papel más importante tampoco es para el Dictador, sino probablemente Bruto. En esta versión el papel de Antonio es interpretado por Charlton Heston, que lo hace muy bien, aunque le han saboteado un poco la actuación los encargados de peluquería y vestuario, porque unos le han puesto una media melena rubia que parece un peluquín, y los otros una cosa/toga que no se sabe lo que es, pero que queda muy poco natural. A favor de esta película creo que juega que Antonio está más metido entre la gente, mientras que Brando está subido a un púlpito que le deja sólo, es más espectacular, pero a la vez más teatral y más forzado (al contrario que su aspecto y toga, que resultan más naturales).


Desde hace décadas el papel de Julio César se pone en cuestión: es

un genocida, nos dice Mary Beard, es un tonto caprichoso, nos dice Bertolt Brecht en su famosa novela "Los negocios del señor Julio César". Sin embargo para los antiguos, y hasta la baja Edad Media, era el héroe por excelencia, así, en el infierno de Dante, el peor círculo del infierno es para los traidores, y dentro de los traidores, dos de los peores son Bruto y Casio, los principales conspiradores (libertadores), castigados a ser masticados eternamente por Satanás en persona, junto a Judas.

En todo caso, en la época en la que vivimos, no está de más ver y leer un poco obras sobre el fin de la república: mucha gente ya pensaba que no tenía sentido y que para salir del caos tendría que sobrevenir el "poder de uno sólo", como finalmente sucedió. Distintos líderes se sucedieron, por parte de la plebe y de la aristocracia, a cada cual más poderoso, a cada cual menos respetuoso de las leyes y de los ciudadanos, hasta que el emperador se abrió paso, y no hubo república nunca más. Hay muchas lecciones en un siglo y medio, al alcance de cualquiera que quiera aprender como la revolución no lleva necesariamente a más libertad, no digamos a más democracia.

La película en general es recomendable, Julio César es una de las obras más entretenidas de Shakespeare, también para no aficionados, con magia, suspense, asesinato y guerra, no le falta de nada. En esta versión se han elegido actores de primera fila del momento. Sin duda es una buena opción para una tarde/noche de sofá, si te gusta el cine clásico.


sábado, 17 de octubre de 2020

Onward - 2020 - Dan Scanlon

La nueva película de Pixar, lo que sigue significando garantía de calidad. Lo peor que se puede decir de esta película es que se queda en "correcta", no todos los años se puede hacer algo especial como UP, pero, con todo, sigue estando muy por encima de los productos a los que hoy en día estamos acostumbrados, bastaría compararla con la peli Artemis Fowl de la que hablábamos hace poco.

Los personajes están bien dibujados, resultan bastante naturales, y se centran en las relaciones familiares, en formas que hasta hace poco no se hacía, algo así como lo que ocurre con Frozen. La sociedad está cambiando, también la familia y los dibujos animados para resultar originales tienen que ir cubriendo cada vez más campo, de manera que exploran, cada vez con más profundidad, relaciones y circunstancias que antes o no existían en el cine infantil, o se daban por hechas.

La película en sí trata de magia, no descubro nada, y en cuanto al ambiente se puede comparar con Planeta 51, Antz, o incluso los Picapiedra, por lo que significa la traslación de una sociedad distinta a los esquemas de la nuestra, o, si se quiere, de los de la clase media de los Estados Unidos (que no parece tan lejos de la nuestra).

Se deja ver muy bien, por lo general mantiene el ritmo, aunque también es cierto que todo deja un cierto sabor a Deja vu; los personajes son nuevos, pero las situaciones tienen algo de conocido, porque es muy difícil hacer un producto comercial que no repita ciertos patrones cuando intentan hacernos reir o emocionarnos.

Muy recomendable para pasar cualquier tarde con los niños en estos días que empieza a notarse el frío.



viernes, 16 de octubre de 2020

Artemis Fowl - 2020 - Kenneth Branagh

Lo mismo es que me hago mayor, pero me ha parecido falta de interés, incluso aburrida. Si fuera un poco más mala se daría la vuelta y podría ser vista de manera irónica, al estilo de El Muñeco Diabólico, pero ni eso.
El protagonista es absolutamente antipático, posee todo lo que uno puede odiar en un niño: resabido, agresivo y engreído, con la excusa de que se le supone muy listo, un superdotado (reconozco que me parece que no es un defecto únicamente de esta película, se está convirtiendo en un hábito de nuestro cine y TV el considerar que el comportamiento normal de quien es más listo o más fuerte es humillar a los más débiles o torpes).
Por otra parte, el ambiente se baña en el folclore irlandés, que, tal y como nos explican sin querer, es más
o menos el mismo que en todas partes: enanos buenos y malos, hadas, trolls, en definitiva los muñequitos del bien y el mal que abundan en todo occidente con distintos nombres, lo mismo podían ser Anjanas y Ojáncanos, si transcurriera en Cantabria. A lo mejor es que todos vienen de los celtas, pero lo mismo da, no se aporta nada en este sentido, salvo que se ha llevado a todos los personajes a escala humana, de manera que todos pueden interactuar más fácilmente con el protagonista. El misticismo y la magia se pierde completamente al concretarse en la historia, y el hecho de que citen a Einstein y a Hawking como coartada da un poco de vergüenza ajena. Cosas peores le han pasado a la Física en el cine, pero esta mixtificación según la cual la relatividad y la mecánica cuántica justifican todas las tonterías posibles hace un poco de daño a la Física real, desde mi punto de vista, como disciplina que se puede aprender si uno tiene interés, y que no es en absoluto esotérica, sino difícil.
La narración transcurre desde el pasado hasta el presente, narrada por uno de los personajes, sin aportar aquí tampoco nada original, desde Sospechosos habituales es un recurso que se ha utilizado a menudo, sólo que ahora se aplica a una película infantil. Todo ello con un tono épico que luego no se corresponde con la anécdota que se cuenta, totalmente carente de interés. Hemos avanzado tanto en el camino de la vulgarización que algunos parecen creer que se puede hacer Legend con los recursos y el lenguaje de Ocean´s Eleven.
En definitiva, se podría considerar una peli para poner a los niños, si uno tiene especial interés en que se sientan pobres y torpes y que aprendan que lo que hasta ahora era mala educación o incluso estupidez ahora es lo correcto y deseable. Basta escuchar la última frase del protagonista para mantenerla alejada del alcance de los niños.

jueves, 15 de octubre de 2020

Todo el Día y una Noche - 2020 - Joe Robert Cole

Película de Netflix, en la que nos cuentan la vida de un perpetuo adolescente de barriada americana, hijo de un asesino, y asesino él mismo, que trata de hacer las paces con su presente, mediante la infantil reconstrucción de su pasado.

Durante dicha reconstrucción se ve a sí mismo como protagonista de una tragedia, en la que el Destino le

empuja en dirección a la violencia, justificando así sus terribles decisiones. Me recuerda en la estructura a Slumdog Millionaire, sólo que los flash backs en lugar de dar respuestas a preguntas de un concurso, dan coartadas (algunas razonables, otras ridículas) a la falta de carácter del protagonista, que funciona como una víctima de las circunstancias, cuando en realidad es un verdugo de quienes le rodean, especialmente las mujeres de su vida: su madre y su pareja.

En definitiva, una glorificación de la falta de responsabilidad, y del infantilismo. Cuando, aparentemente, el protagonista madura, esto se considera como el culmen del mérito humano.

Los actores salvan la película, porque todos cumplen muy bien, y así el entorno del protagonista cobra una realidad que el guión de otra manera no permitiría. En especial el mejor amigo y la pareja son los soportes de una apariencia de realidad en la película, en la que todo lo demás tiende a la incoherencia fantasmal: lo mismo podía haberse despertado el protagonista al final de la peli, para descubrirnos que todo era un sueño.