Desde que leí el Coriolano de Plutarco, que hace pareja con Alcibíades, dentro de sus "Vidas Paralelas", como generales que primero triunfaron al mando del ejército de su país y más tarde al mando del ejercito enemigo, se convirtió en uno de mis personajes históricos favoritos, aunque, como parece pasar con muchos grandes nombres de la Roma republicana, se tiende a pensar que nunca existieron, que son ejemplos personificados de diversos comportamientos, un paso intermedio entre las épocas más legendarias de Eneas y Rómulo y Teseo y la época histórica propiamente dicha.
En todo caso el personaje es atractivo. Huerfano de padre desde muy niño, se dedica a educar su cuerpo y su mente para ser el más fuerte de los romanos, pero sin contar con nadie más, desde un punto de vista individualista que acaba convirtiendo su vida en un "uno contra todos". Según crece en fuerza y conocimiento va naciendo dentro de él un sentimiento de superioridad que lo aleja del pueblo.
Héroe en todas las batallas, pero enemigo de los plebeyos, que en ese momento están consiguiendo por fin su cuota de poder como habitantes de Roma, se tiene que exilar para salvar la vida, y se pone al servicio de sus enemigos, los Volcsos. Al frente de los cuales consigue recuperar el terreno perdido frente a Roma, y más.
Esta es la historia del personaje. Shakespeare, muy aficionado a las Vidas de Plutarco, lo recoge en esta obra, en el momento álgido de su vida: su fracaso político y el cambio de bando. En cuanto a su popularidad actual, el Coriolanus es una obra intermedia, digamos, que ni figura entre las más conocidas, ni de las prácticamente desconocidas para el lector y espectador español, que las hay, y muchas.
Hace poco se hizo una versión bastante potente para el cine, dirigida y protagonizada por Ralph Fiennes, y probablemente más entretenida que esta de la BBC, que, al estilo de Estudio 1, es más bien una versión teatral con pocas concesiones a las posibilidades de la televisión, y que presume de fidelidad al texto original. Ralph Fiennes trae la historia al siglo XXI, con uniformes y ambientación de guerra y política moderna, mientras que las adaptaciones de la BBC utilizan vestuario, digamos, Chespiriano, que desde mi punto de vista resulta más agradable, como las viajas traducciones de las obras antiguas, que estando igualmente lejos del original (la historia de Coriolano transcurre más de 20 siglos antes de Shakesperare), nos proporciona cierto sabor de fuera del tiempo, o, al menos, fuera de nuestra época.
El ambiente es oscuro y solemne, como corresponde a una obra más bien trágica. La versión de la BBC dura casi dos horas y media, con un inglés complicado, como iremos seguramente al hablar de otras obras de esta serie de la BBC Shakespeare Collection.
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