miércoles, 23 de septiembre de 2020

A ciegas - 2018 - Susanne Bier

Película sobre un apocalipsis cercano en el tiempo, que parte de circunstancias copiadas de una obra anterior de M. Night Shyamalan, pero desarrolladas de manera completamente distinta.

A veces cuesta incluso incluirla en el género de terror, porque da mucha importancia a las relaciones entre las personas, más allá de los típicos "sálvese quien pueda" de las situaciones de tensión y masacre a las que ya estamos acostumbrados. En concreto la relación entre el personaje de Bullock y de Malkovich me ha gustado mucho, bien trabada con un par de frases, y me parece que contribuye sutil, pero eficazmente a la tensión en la primera parte de la historia. Otras relaciones me parecen peor construidas, pero el caso es que la protagonista se va dibujando muy bien al ponerla en el centro de diversas relaciones con personas muy distintas. La mayoría de los personajes comparten una cualidad hoy muy necesaria en el cine, y es que nos convencen de que son personas, no estereotipos, tienen matices.

La historia transcurre en dos tiempos: en el primero se produce el apocalipsis, y es una historia más grupal; mientras la sociedad se va deshaciendo, los supervivientes se unen y se separan según las circunstancias lo aconsejan o permiten. La segunda sucede cinco años después, donde ya todo parece resuelto, y la protagonista se enfrenta a una pequeña odisea cargando con dos niños, y con la vista tapada con una banda de tela.

El tema de la ceguera lo es casi todo para la tensión de la película, y resulta bastante bien en los momentos fundamentales, al menos para mí ha funcionado, pero a la vez los personajes con los ojos tapados con una banda de tela le dan a toda la película un aire artificial, le resta verosimilitud a toda la historia, sin llegar a estropearla.

Para mí lo mejor es la actuación de Sandra Bullock, que está bien, una actuación sensata y más que correcta cuando se lo permite el guión, que a veces es un poco excesivo y difícil de llevar, y es una pena, porque hubiera quedado un personaje muy redondo sin tres o cuatro tonterías que la obligan a decir/hacer.

Lo peor, los malos de la película, que son un recurso facilón para poner en movimiento a los buenos, y el tema de las bandas en los ojos. Es cierto que sin ambas cosas la historia tendría que ser muy distinta, pero también lo es, o yo lo creo, que deberían haberse buscado otras soluciones más difíciles. Por otra parte la única explicación que se da sobre los malos, que salen de un psiquiátrico, es para dar de comer a parte a los guionistas.

En conclusión, me ha parecido una película que se deja ver bastante bien, muy adecuada para esta segunda ola de la pandemia, basta sustituir la banda de los ojos con la mascarilla y podemos imaginar que es nuestro pueblo cualquier día de estos.

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