Versión cinematográfica de la obra de William Shakespeare. Bastante bien adaptada, sin muchas concesiones al formato, excepto unos textos explicativos de lo que está pasando, uno al principio de la película y otra en la transición entre la muerte de César y la guerra contra los libertadores-conspiradores.
Ofrece la envidia de siempre respecto al valor con que los anglosajones tratan a su principal escritor (en general a su literatura), continuamente sometido a revisión y reinterpretación, entendiendo que el cine y la televisión son, al menos socialmente, el teatro de la actualidad, y que para mantener los clásicos vivos, no sólo en un museo, es necesario verter esos vinos viejos en odres nuevos.
Se trata de una superproducción de Hollywood, y tiene como protagonista principal nada menos que a Marlon Brando, como Marco Antonio, a quien da el mesurado contrapunto James Mason como Bruto.
La obra de Chéspir no trata de buenos y malos, sino, en todo caso, de grandeza contra bondad, pero a todo sobrevuela la presencia de César, un poco señor mayor, pero todavía el gran héroe de la antigüedad. Por una parte Bruto encarna lo bueno de Roma y de la ética, aunque lidere un grupo de rebeldes de honradez dudosa y finalmente asesinos; por otra, Marlon Brando interpreta su personaje considerándole malvado, sólo se salva en un par de escenas, por amor a su amigo, y reconociendo el valor de su enemigo. Esta dialéctica choca con el muro de no poder convertirse en una apología del magnicidio de César, este hecho impide que la historia sea la del martirio de unos libertadores frente a la tiranía.
La Roma que nos presenta no sé si es real, pero sí es bonita y hasta cierto punto natural. Se aleja de versiones más teatrales de la obra y de la ciudad, huyendo de trajes y ambientes más planos, dando color y variedad (aun siendo la película en blanco y negro).
Merece la pena en todos los sentidos: como cine, como Chéspir, como entretenimiento... no sé si es una obra maestra, pero sí una autentica guía, una señal de como el cine comercial puede ser también valiente y ambicioso.
sábado, 19 de noviembre de 2016
La Novia - 2015 - Paula Ortiz
Es una película basada en la obra "Bodas de Sangre" de Lorca, lo cual quizás sirva de excusa para sus errores y explique algún acierto, aunque el único que me viene a la cabeza es la música, y alguna escena concreta, porque hasta el texto lo pueden estropear.
Aparentemente transcurre tras un banquete de setas, en el que nadie se ha dado cuenta de como se han colado unas cuantas especies alucinógenas.
A partir de dicha ingesta, el pueblo entero entra en el País de las Maravillas, donde el paisaje se convierte en acuarela y los personajes en caricaturas y marionetas. El tiempo se ralentiza y los
detalles se aclaran hasta límites para los que el ser humano no está preparado, con lo que su mente, y sobre todo su paciencia, se resiente. El efecto de como el tiempo transcurre más despacio es el que mejor me ha transmitido, porque al acabarse me parece imposible que sólo haya pasado una hora y media.
Como suele pasar cuando uno se toma algo de más, cada frase es significativa para quien la dice y sentenciosa para quien escucha, como si fuera un grieta en el tiempo que durase un segundo, cada mirada es un presagio y la nitidez ciega.
A nadie puede extrañar que todo esto acabe mal, cuando los hongos son chungos las imágenes confunden y los afectados parecen marionetas que pueden acabar peleando medio en pelotas en el bosque con dagas del atrezo de juego de tronos. Lo mismo podía haber acabado en orgía, o en llorera general, pero lo importante es que por fin acaba.
Aparentemente transcurre tras un banquete de setas, en el que nadie se ha dado cuenta de como se han colado unas cuantas especies alucinógenas.
A partir de dicha ingesta, el pueblo entero entra en el País de las Maravillas, donde el paisaje se convierte en acuarela y los personajes en caricaturas y marionetas. El tiempo se ralentiza y los
detalles se aclaran hasta límites para los que el ser humano no está preparado, con lo que su mente, y sobre todo su paciencia, se resiente. El efecto de como el tiempo transcurre más despacio es el que mejor me ha transmitido, porque al acabarse me parece imposible que sólo haya pasado una hora y media.
Como suele pasar cuando uno se toma algo de más, cada frase es significativa para quien la dice y sentenciosa para quien escucha, como si fuera un grieta en el tiempo que durase un segundo, cada mirada es un presagio y la nitidez ciega.
A nadie puede extrañar que todo esto acabe mal, cuando los hongos son chungos las imágenes confunden y los afectados parecen marionetas que pueden acabar peleando medio en pelotas en el bosque con dagas del atrezo de juego de tronos. Lo mismo podía haber acabado en orgía, o en llorera general, pero lo importante es que por fin acaba.