El enorme tirón de Podemos hace que todo lo que se refiere al partido tome una dimensión espectacular, literalmente, cada cosa que hacen se convierte en un espectáculo.
Ayer había convocada una rueda de prensa a las 13:30h en la cual Monedero iba a dar explicaciones sobre el famoso informe y los cuatrocientos mil euros, con una masiva afluencia de prensa, por lo que dicen.
Los negocios de Monedero, o de podemos, dado que el dinero parece que acababa en su tele, resultan imposibles de explicar cabalmente, pero daba un poco de miedo que Monedero sacara al menos la suficiente documentación como para construir una buena coartada de cara a su gente y algunos tibios. Pero no fue así.
Cuando los miembros de Podemos participaban en sabotajes a políticos (véase el vídeo en Internet sobre la conferencia frustrada a Rosa Díez), no iba la polic
ía a desalojarles para que pudiera seguir su curso, pero en este caso sí, cuando un pequeño símbolo del 15M fue a "cantarles las cuarenta", Podemos tiene que ver como es la Policía Nacional (según las noticias), quien hace callar al "antisistema".
¿Y de contenido? Nada, o muy poco, Monedero saca una factura por los importes indicados ¡Pues muy bien! Pero el grueso de sus tejemanejes sigue en la oscuridad, porque tiene clausulas de confidencialidad, parece que el informe está con los billetes en Suiza, y no puede salir a la luz. Por lo visto es un informe muy "voluminoso", vaya broma, y por eso fue tan caro, y es que si a Venezuela le va mal es por comprar informes al peso. Por cierto, ayer Monedero hizo una espectacular imitación de Joaquín Reyes, parece que persona y personaje se han solapado.
Pero hay otra vertiente en esta rueda de prensa, desde mi punto de vista la principal, y es el paso de Monedero a un segundo plano "honroso", parece que se retira sin retirarse, o sea, que se esconderá hasta que pase la tormenta, o hasta que Podemos toque poder, y entonces le consigan un carguito.
Por mi parte espero que esto sirva para que pierdan votos y se desinflen como se han inflado, todos hemos conocido trepas a lo largo de nuestra vida ¿Y no se les parece demasiado esta primera fila de Podemos?
Es cierto que en España hace falta regeneración, como siempre, pero pongámonos en otras manos. El empuje de Podemos podría ser reabsorbido por Ciudadanos, para que nos enseñe a pescar, o por UPyD, que baja en las encuestas porque lo que hoy se lleva es líder, luego líder y más líder, y Rosa Díez no tiene tanto empuje.
sábado, 21 de febrero de 2015
domingo, 15 de febrero de 2015
Birdman - 2014 - Alejandro González Iñárritu
Nos presentan esta película con un halo de clásico instantáneo incorporado, candidata a los Globos de Oro y favorita para los Oscar, todo a la vez.
Lo cierto es que no está mal. Puede encuadrarse dentro de este género de siluetas poco nítidas que forman las películas que tratan de películas, o de teatro, y que a menudo dan buenos resultados.
En este caso un viejo actor, una gran estrella que triunfó años atrás representando el papel de un superhéroe, Birdman, en el cine más comercial, intenta redimirse montando y protagonizando una obra de teatro "clásica".
Parece que el eje de la película está en parte en las opiniones que los personajes van dando sobre el mundo del espectáculo y unos sobre otros y sus respectivos papeles dentro de la profesión. Nada muy original, pero expresado con convicción y talento por los actores y actrices protagonistas.
Al salir del cine notaba cierto resabor agridulce en la punta de los ojos y no tenía muy claro el motivo, y ha sido leyendo otras críticas donde he encontrado la clave: la película está partida en dos. La presentación de los personajes y de la historia tiene fuerza, con un tono de realismo mágico que lo hace muy agradable, pero según se van desarrollando llega un punto en el que quizás se tiene poco claro si se quiere salvar o condenar al protagonista, y de paso a quienes le acompañan, o quizás ni una cosa ni otra.
El gran hallazgo es, probablemente, la elección de Michael Keaton, que lleva sobre sus hombros la mayor parte de la tensión. Hay que tener presente que la cumbre de su carrera fue protagonizar dos entregas de Batman, las de Tim Burton, que le llevaron inmediatamente a la fama, marcando el máximo de su carrera en cuanto a fama. Hizo alguna película comercial más y poco menos que desapareció. Ahora lo encontramos a la puerta de la ancianidad, bien cuidado físicamente y capaz de sacar adelante un papel bastante complicado.
El resto del reparto también funciona bastante bien, aunque me hubiera gustado verlos un poco menos intensos.
En resumen: ni tanto ni tan calvo. La película merece la pena, funciona como historia y como crítica a cierta pedantería, sin llegar a ser del todo redonda, dejando por el camino carencias de importancia.
Lo cierto es que no está mal. Puede encuadrarse dentro de este género de siluetas poco nítidas que forman las películas que tratan de películas, o de teatro, y que a menudo dan buenos resultados.
En este caso un viejo actor, una gran estrella que triunfó años atrás representando el papel de un superhéroe, Birdman, en el cine más comercial, intenta redimirse montando y protagonizando una obra de teatro "clásica".
Parece que el eje de la película está en parte en las opiniones que los personajes van dando sobre el mundo del espectáculo y unos sobre otros y sus respectivos papeles dentro de la profesión. Nada muy original, pero expresado con convicción y talento por los actores y actrices protagonistas.
Al salir del cine notaba cierto resabor agridulce en la punta de los ojos y no tenía muy claro el motivo, y ha sido leyendo otras críticas donde he encontrado la clave: la película está partida en dos. La presentación de los personajes y de la historia tiene fuerza, con un tono de realismo mágico que lo hace muy agradable, pero según se van desarrollando llega un punto en el que quizás se tiene poco claro si se quiere salvar o condenar al protagonista, y de paso a quienes le acompañan, o quizás ni una cosa ni otra.
El gran hallazgo es, probablemente, la elección de Michael Keaton, que lleva sobre sus hombros la mayor parte de la tensión. Hay que tener presente que la cumbre de su carrera fue protagonizar dos entregas de Batman, las de Tim Burton, que le llevaron inmediatamente a la fama, marcando el máximo de su carrera en cuanto a fama. Hizo alguna película comercial más y poco menos que desapareció. Ahora lo encontramos a la puerta de la ancianidad, bien cuidado físicamente y capaz de sacar adelante un papel bastante complicado.
El resto del reparto también funciona bastante bien, aunque me hubiera gustado verlos un poco menos intensos.
En resumen: ni tanto ni tan calvo. La película merece la pena, funciona como historia y como crítica a cierta pedantería, sin llegar a ser del todo redonda, dejando por el camino carencias de importancia.
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