Mi primer recuerdo de Pablo Iglesias en la tele fue en El Gato al Agua, donde solían llevar uno o dos tertulianos de izquierdas, aparentemente para hacer de "sparrings" de los habituales de derechas. Pablo Iglesias me parecía un hombre menudo y tímido, más apropiado para fundar un grupo de lectura en alguna casa ocupa que un partido político (como se ve, tengo una gran intuición para la gente).
Curiosamente, aquel programa no sólo sirvió para la promoción de cara al "gran público" de políticos como el propio Pablo Iglesias y Antonio Carmona, también han sido varios los tertulianos que aprovecharon el tirón para fundar partidos Políticos: de nuevo Pablo Iglesias, pero también Mario Conde y Miguel Durán, de cuyos proyectos el único que parece perdurar es el de Pablo Iglesias, pero creo que interesa dejar claro que el suyo es un intento más entre muchos de aprovechar el hueco que iban dejando los partidos mayoritarios.
El caso es que nuestro tímido tertuliano evitó prudentemente "romper la cara" a sus compañeros de tertulia, y fundó un partido político: Podemos, tomando el viejo eslogan del progresismo americano, consagrado finalmente por Obama (Yes, we can).
Así nace Podemos, con una sencilla idea: el cabreo con el sistema bancario y empresarial, y un nebuloso odio hacia todo lo que se considere parte del mismo, sobre todo la otra casta.
Aquí conviene hacer una digresión, porque la existencia de una clase político-empresarial es difícil de negar, por mucho que los propios miembros se hagan los ofendidos. La prensa está repletas de noticias que nos muestras las alianzas entre miembros de la clase dirigente, aliados para dirigir las rentas comunes a sus bolsillos. La casta existe, se le ponga el nombre que se quiera, si bien es más que discutible que deba ser sustituida por otra nueva casta (se le ponga también el nombre que se quiera) de seres puros que han venido de las esferas celestes para mostrarnos, de nuevo, el camino al paraíso comunista. Ni siquiera eso, sino al paraíso comunista B, de segunda mano, feo y degradado, un paraíso Kitsch.
¿Qué es Podemos? La velocidad a la que ha crecido este partido-movimiento hace que sea difícil de definir, porque ha ido tomando forma durante el año en el que ha existido. Parece claro que de un movimiento popular compuesto de círculos de discusión y acción ha pasado a ser un partido según los esquemas habituales, pero por el camino ha dejado muchas cosas, y ha ido cogiendo otras.
Como "bautismo de fuego" se presentó a las elecciones europeas con un logo que era el retrato de su líder ¡Y triunfó! Lo cual nos da la medida de lo peligrosa que se vuelve la política cuando millones de ciudadanos se desesperan al no ver salida a su situación de pobreza, y deciden que no quieren un sistema que no les quiere a ellos.
El caso es que meses después de obtener muy buenos resultados en las elecciones europeas, Podemos se reúne para convertirse en partido ¡Y para hacer un programa! No es que quiera abusar de los signos de exclamación, pero: ¡Ahí está la clave!, ahora es cuando Podemos ha hecho un programa, entonces ¿Se puede negar que antes era sólo cabreo y desesperación?
La confección en este momento de dicho programa es una contradicción en sí misma, porque ¿Qué eran antes sino tenían un programa? Parece que un partido se forma para intentar sacar adelante unas ideas, pero no es el caso de Podemos, ellos tenían una marca, y ahora la tratan de llenarla de contenidos según quiera "el pueblo". Es hora de que el departamento de marketing pase a segundo plano, y empezar a producir.
Un partido debe ser un libro de ideas y proyectos, que se ofrece al público con intención de convencerlo y liderarlo, no un cuaderno en blanco para que el público escriba lo que quiere, porque eso es una marca, que se va construyendo según los estudios de mercado van indicando la preferencia de los consumidores.
Esta contradicción general se manifiesta en un montón de contradicciones particulares, muchas de ellas afectan a la figura de Pablo Iglesias, pero se ha puesto en entredicho todo el movimiento, al dejar claro que era un edificio sin cimientos, una fachada, un decorado.
Me queda de la duda de qué significará esto en un futuro. Tengo para mí que un triunfo importante de Podemos en unas elecciones generales nos descubriría que finalmente siguen siendo ellos mismos, y se han disfrazado de ovejas simplemente para pasar "el mal trago" de las elecciones. Una vez en el poder, viendo que sus medidas nos llevan todavía más a la pobreza, no tendrían otro remedio que "huir hacia delante", controlar los medios, buscar enemigos en todas partes... en fin, algo muy conocido y que se puede resumir en romper caras y hacer cacerías de fachas.
sábado, 29 de noviembre de 2014
viernes, 28 de noviembre de 2014
El Debate de la Corrupción
Ayer se debatieron en el congreso las propuestas del Partido Popular para luchar contra la corrupción, en uno de esos días en los que mejor se hubieran quedado todos en casa.
No han tenido mucha importancia las propuestas en sí mismas, porque en este caso la oposición ha preferido sacar los dientes para dar un mordisco electoral, en lugar de diseñar entre todos un plan común, que falta nos hace.
Pedro Sánchez, que se columpia demasiado a menudo, en esta ocasión parte de negar la legitimidad al presidente del gobierno, que evidentemente saca su legitimidad del mismo sitio que Pedro Sánchez, de los votos, y en la misma línea hablan los partidos minoritarios, destacando Rosa Díez, que sacó a relucir lo peor de sí, esa vena de política profesional que le sale a veces.
Desde mi punto de vista han olvidado su deber, y han perdido todos el debate, incluido el gobierno, cada uno por sus motivos ¿Entonces quién ha ganado? Pues la corrupción y Podemos.
No han tenido mucha importancia las propuestas en sí mismas, porque en este caso la oposición ha preferido sacar los dientes para dar un mordisco electoral, en lugar de diseñar entre todos un plan común, que falta nos hace.
Pedro Sánchez, que se columpia demasiado a menudo, en esta ocasión parte de negar la legitimidad al presidente del gobierno, que evidentemente saca su legitimidad del mismo sitio que Pedro Sánchez, de los votos, y en la misma línea hablan los partidos minoritarios, destacando Rosa Díez, que sacó a relucir lo peor de sí, esa vena de política profesional que le sale a veces.
Desde mi punto de vista han olvidado su deber, y han perdido todos el debate, incluido el gobierno, cada uno por sus motivos ¿Entonces quién ha ganado? Pues la corrupción y Podemos.
sábado, 22 de noviembre de 2014
Cultura y Semiótica - 2009 - Umberto Eco
Pequeño volumen, que se puede leer perfectamente en lo que dura una tarde, que recoge dos conferencias de Umberto Eco: "Semiótica y cultura" y "Los límites de la interpretación".
La primera de ellas me parece una conferencia de antropología, en la que se han sustituido conceptos como "cultura" o "cultura circunscrita" por metáforas: "Enciclopedia media", "enciclopedia máxima", etc. El mismo autor parece entenderlo así, al menos en parte cuando dice: "...se debatía [...] si toda la cultura se debería estudiar como un fenómeno semiótico o si todos los aspectos de la cultura podrían estudiarse como una actividad semiótica". Esto es acaso muy parecido a decir que ni la semiótica es parte de la antropología, ni la antropología parte de la semiótica, sino que ambas son la misma cosa.
De la misma manera, como decíamos, la "Enciclopedia media", "Enciclopedia especializada" y "Enciclopedia máxima", entendiendo enciclopedia como conocimientos interrelacionados, no sólo definidos o clasificados, son entendibles como cultura en su sentido antropológico: "todo aquello que sabemos por el hecho de vivir en sociedad", y culturas circunscritas de ámbito nacional, local, gremial, etc.
Parece que la semiótica es un punto de vista dentro de la antropología, y quizás por eso da la impresión de traducir nociones habituales a un nuevo lenguaje.
La segunda conferencia: "Los límites de la interpretación", es para mí más interesante, sobre todo porque se desarrolla en parte sobre la historia de las obras del autor, sus lectores y sus críticas.
En una primera parte Eco nos dice que el texto se puede interpretar de muchas maneras, pero no "de cualquier manera", y en una segunda hace un seguimiento de la evolución que han seguido sus novelas una vez publicadas, en relación a distintos lectores.
Resulta que cuando escribimos el texto dice cosas que nosotros no estábamos diciendo, y por ese motivo algunos lectores encontraron en las novelas de Eco relaciones que el autor no había tenido intención de incluir, pero que tiene que admitir como reales, como legítimas o irrefutables.
También hay otras lecturas que no son legítimas, debido a que incluyen aportaciones extemporáneas de los lectores, o a que son lecturas parciales, deformaciones del texto por la memoria, etc.
¿Cómo encontrar un buen camino en este bosque de interpretaciones y reconstrucciones? Con la brújula que es el propio texto.
El párrafo final de la conferencia nos resume perfectamente el núcleo de la idea: "Entre la misteriosa historia de la producción de un texto y la deriva incontrolable de sus interpretaciones futuras, el texto, en cuanto texto representa todavía una presencia confortable, un paradigma al que atenerse".
O sea que cuando digo digo, a lo mejor digo Diego, pero lo seguro es que digo digo.
martes, 18 de noviembre de 2014
Robocop - 2014 - José Padilha
Nueva versión de la película de 1987, en la que se ha renovado la imagen, y hasta cierto punto la historia, aunque mantiene el interés por averiguar donde está el límite de lo humano, o al menos por darnos su versión. El autor, de nuevo, apuesta por el ser humano como algo cercano a lo espiritual, que es más mente que cerebro, entendido como sistema informático de gestión de la información.
El personaje clave para mí es, más que el metálico protagonista, el creador del engendro, el doctor Norton, bien interpretado por Gary Oldman, especialista en prótesis de última generación, que es capaz de unir el cerebro a un torso cibernético. En él se resuelve toda una serie de discusiones sobre el dinero, el prestigio, lo animal y lo humano, mientras va cayendo sin apenas darse cuenta desde sus ideales de ética médica a la dura práctica de la fabricación industrial con carne humana como materia prima. Dice de él Robocop que "...es un buen tipo", pero hasta los buenos tipos tienen su punto débil, y se pueden hacer malvados si se les aprieta.
De esta manera van modificando un ser humano con prótesis hasta convertirlo en en "una máquina que se cree Murphy", mutilando las zonas cerebrales que le permiten dudar o emocionarse, hasta que el cerebro pasa a ser un simple intermediario entre el programa informático y la prótesis, sin decisiones que tomar.
"Es una imitación del libre albedrío" dice, más o menos, el buen doctor, pero ¿No es así siempre, o al menos casi siempre? Quien verdaderamente lucha en la película por desrobotizarse es el propio científico, a quien continuamente le están recordando lo que ha hecho, porque lo cierto es que él no es consciente, traiciona y destruye a Murphy de manera automática, seguramente él diría en un juicio que no era completamente consciente, o sea, que era una imitación del libre albedrío.
También el frío hombre de negocios que costea la fabricación de Robocop, en un papel bien representado por Michael Keaton, es un robot, y sus empleados de marketing; por supuesto su mercenario y su comercial en televisión. En realidad pocos se salvan, entre los personajes principales sólo Murphy dentro de su prótesis y el doctor en su revelación moral nos aparecen como seres humanos libres, porque ocupan una zona intermedia, han visto el otro lado y han podido retroceder.
He leído críticas que han tratado bastante mal la película, porque es cierto que a veces se vuelve banal, pero ¡Es una película de acción! Algunos echan de menos el aspecto negro y cierto humor de la primera versión. Por mi parte creo que es cierto que esta película ni es negra ni tiene humor, pero también creo que esos defectos pueden verse como virtudes si nos damos cuenta de que no se pretende calcar la original, lo que nos intentan contar es otra cosa y hasta cierto punto necesita de otro lenguaje.
El personaje clave para mí es, más que el metálico protagonista, el creador del engendro, el doctor Norton, bien interpretado por Gary Oldman, especialista en prótesis de última generación, que es capaz de unir el cerebro a un torso cibernético. En él se resuelve toda una serie de discusiones sobre el dinero, el prestigio, lo animal y lo humano, mientras va cayendo sin apenas darse cuenta desde sus ideales de ética médica a la dura práctica de la fabricación industrial con carne humana como materia prima. Dice de él Robocop que "...es un buen tipo", pero hasta los buenos tipos tienen su punto débil, y se pueden hacer malvados si se les aprieta.
De esta manera van modificando un ser humano con prótesis hasta convertirlo en en "una máquina que se cree Murphy", mutilando las zonas cerebrales que le permiten dudar o emocionarse, hasta que el cerebro pasa a ser un simple intermediario entre el programa informático y la prótesis, sin decisiones que tomar.
"Es una imitación del libre albedrío" dice, más o menos, el buen doctor, pero ¿No es así siempre, o al menos casi siempre? Quien verdaderamente lucha en la película por desrobotizarse es el propio científico, a quien continuamente le están recordando lo que ha hecho, porque lo cierto es que él no es consciente, traiciona y destruye a Murphy de manera automática, seguramente él diría en un juicio que no era completamente consciente, o sea, que era una imitación del libre albedrío.
También el frío hombre de negocios que costea la fabricación de Robocop, en un papel bien representado por Michael Keaton, es un robot, y sus empleados de marketing; por supuesto su mercenario y su comercial en televisión. En realidad pocos se salvan, entre los personajes principales sólo Murphy dentro de su prótesis y el doctor en su revelación moral nos aparecen como seres humanos libres, porque ocupan una zona intermedia, han visto el otro lado y han podido retroceder.
He leído críticas que han tratado bastante mal la película, porque es cierto que a veces se vuelve banal, pero ¡Es una película de acción! Algunos echan de menos el aspecto negro y cierto humor de la primera versión. Por mi parte creo que es cierto que esta película ni es negra ni tiene humor, pero también creo que esos defectos pueden verse como virtudes si nos damos cuenta de que no se pretende calcar la original, lo que nos intentan contar es otra cosa y hasta cierto punto necesita de otro lenguaje.
domingo, 16 de noviembre de 2014
El Gran Hotel Budapest - 2014 - Wes Anderson
Es una comedia divertida, cuidadosamente realizada, y con un guión que parece recorrer la historia del cine, tocando todos los géneros y situaciones dramáticas. Durante toda la película tiene uno la sensación de que le están contando un chiste al espectador, que todo el ambiente hace pensar que hay una gran ironía escondida, que no acaba de surgir. Creo que la clave está en darle enorme importancia las trivialidades, y frivolizar sobre lo importante, como sistema y también en la nostalgia de un tiempo que nunca existió en un país inventado.
El personaje principal, que lleva toda la ironía en sí mismo, es el de Ralph Fiennes, conserje del hotel, un hombre refinado de modales y sentimientos, que al tiempo podría considerarse un depravado, y que sale por los pelos de las situaciones más difíciles sin tener que adaptarse a ellas, haciendo de alguna manera que ellas se adapten a él.
Transcurre en una Europa del Este inventada, durante los años de entreguerras, pero un tanto avejentados, de manera que parece situado en los años treinta con ambiente de los veinte, la transición nostálgica entre un mundo considerado antiguo y mejor, de modales corteses y tiempo para decir las cosas y fijarse en los detalles, y el mundo de prisas que se nos viene encima.
Todo ello está contado desde la perspectiva de unos igualmente falsos años 80, falsos porque se sitúan en una isla, el hotel Budapest, que por voluntad de su dueño se ha mantenido "igual" a como estaba en sus año de explendor. "Igual" significa que no se ha modernizado, y que ha permanecido abierto, no que no haya envejecido. En estos años el dueño del hotel, ya anciano, le cuenta como llego a ser su propietario, cuando era más joven, a un escritor, que es quien nos cuenta la historia a nosotros.
Todavía tenemos otras dos épocas, el autor, años más tarde, escribe esta historia, en un despacho también fuera del tiempo, a su manera, con un nieto que le acompaña y le toca un poco las narices. Por último, una chica lee el libro frente al busto del autor, que suponemos ya fallecido.
Las imágenes y la manera de tratar las escenas lo mismo nos recuerdan a la película de Tintín que a las españolas de Mortadelo y Filemón. Se mezclan composiciones "preciosistas" con otras "feístas", sin dejar mucho espacio intermedio. Los efectos especiales tienen un aspecto artificial que parece hecho a propósito, como parte del ambiente general de fábula, como corresponde a una historia fuera del tiempo en un país inventado.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Cimbelino - 1983 - BBC Shakespeare Collection
Este drama de Shakespeare nos cuenta la historia de Cimbelino, o Cymbeline, o Cunobelinus, rey de los bretones en tiempos de Augusto, nieto de Cassivellaunus, el jefe que pide ayuda a Asterix, en "Asterix en Bretaña", que, como es de suponer está tan basado en hechos reales como la propia historia de Shakespeare.
Así, como hemos dicho en otras ocasiones que Shakespeare apoya sus obras "situada" en la antigüedad romana en las "Vidas" de Plutarco, las que transcurren en la antigua Inglaterra lo hacen, al menos en parte, en las llamadas "Crónicas de Holinshed", y éste es el caso también de Cimbelino.
La obra tiene al menos dos lecturas interesantes.
Una referida a la literatura, es muy oportuna para el análisis de la comedia, el drama y la tragedia, en unión a las obras cómicas de las que ya hemos hablado, como: "Bien está lo que bien acaba", y a las trágicas como: "La tragedia de Coriolano" o "Romeo y Julieta". Si Woody Allen intentó un análisis sobre la marcha de la comedia y la tragedia en "Melinda y Melinda", el mismo análisis se puede hacer a través de las obras de Shakespeare.
La estructura de este drama y el de una comedia es prácticamente la misma, con engaños similares, amores, y los mismos equívocos, la diferencia es sólo el tono en el que hablan los personajes, y la intensidad el peligro, porque también en las comedias los personajes temen por su vida, pero de otra manera. Se puede decir que el drama es un intermedio entre la comedia y la tragedia, porque tiene componentes de ambos géneros, es algo así como una tragedia con final feliz, o una comedia con pretensiones. La tragedia por su parte tiene como componente fundamental la muerte y la violencia, que la recorren del principio al final.
La otra lectura de la obra, es la del personaje de Cimbelino, que no tiene "más minutos" que su hija Imogena (Imogen), pero es quizás un personaje más sencillo, además de ser el rey, y, al estilo de las tragedias, es prácticamente un arquetipo, representando el orgullo como rey frente a la humildad en lo doméstico. Cimbelino es un monarca absoluto, pero es su mujer, que además es la madrastra de Imongena, quien le dirige en sus actos de gobierno, y en sus decisiones personales. Como se ve Blancanieves no es una obra original del todo, y los arquetipos funcionan.
Finalmente, de una forma un tanto apresurada, al estilo de las comedias, pero también al de su época, se resuelve la historia, aclarándose todos los equívocos, y ocupando cada uno su lugar. Se termina porque sí la guerra entre los bretones y los romanos, los que se quieren seguirán juntos para siempre, los malos todos muertos, y los buenos obtienen su recompensa ¡Cómo la vida misma!
domingo, 9 de noviembre de 2014
Don Jon - 2013 - Joseph Gordon Levitt
Película escrita, protagonizada y dirigida por Joseph Gordon Levitt, quien se va abriendo un hueco en la industria, pero de alguna manera sigue pareciendo una eterna promesa sin cumplir, porque nunca da con ese papel clave que le convierta en una estrella. Hace poco hablábamos de una gran película en la que hace de protagonista: Looper, también es el último Robin de Batman, etc.
En este caso representa un chico de gimnasio, italoamericano, que se dedica a salir con los amigos y ligar con chicas muy guapas, en medio de una sucesión interminable de tópicos, de la que sólo escapa su afición principal: ver porno.
Parece que intenta aprovechar un cierto efecto sorpresa en la narración, planteándolo como una comedia romántica de un tono distinto (al estilo de "Con derecho a roce"), pero rompiendo esta trama a mitad de película. Este efecto de la novedad se pierde un poco en una conclusión diluida, en la que se sustituye una relación en principio idílica pero finalmente falsa, por seguir siendo un adolescente de treintaytantos, teniendo la "suerte" de que sus amigos están tan paralizados en la vida como él, de manera que puede seguir entretenido con ellos, yendo a discotecas y viendo deportes por televisión.
El protagonista es además católico, y esto se aprovecha para un estúpido gag de confesiones, con el que lo único que consigue sumar unos cuantos tópicos a los previamente descritos.
En definitiva, es entretenida, pero saca aprobados raspados o suspende por los pelos en casi todo. Intenta ser graciosa pero apenas se ríe uno; intenta escandalizar, pero no lo consigue, salvo que uno sea un monje o una religiosa de clausura, lo que acaba pasando es que las escenas de "ejemplo" de porno queden algo artificiales en el ambiente de comedia romántica; intenta romper con el género, pero no tiene nada que ofrecer a cambio, así todo resulta un poco "quiero y no puedo".
Maneja un lenguaje que está construido para la comedia romántica, y que no funciona para esto que ha hecho, se le ponga la etiqueta que se le ponga.
El papel de Scarlett Johansson resulta un poco contradictorio, porque parece una choni, cuando el papel es de "chica bien", por otra parte Julianne Moore, que es la otra coprotagonista lo hace bien, como siempre, pero le han dado un papel que va sobrado de intensidad en una película por lo demás muy ligera, y parece siempre un poco fuera de lugar.
En este caso representa un chico de gimnasio, italoamericano, que se dedica a salir con los amigos y ligar con chicas muy guapas, en medio de una sucesión interminable de tópicos, de la que sólo escapa su afición principal: ver porno.
Parece que intenta aprovechar un cierto efecto sorpresa en la narración, planteándolo como una comedia romántica de un tono distinto (al estilo de "Con derecho a roce"), pero rompiendo esta trama a mitad de película. Este efecto de la novedad se pierde un poco en una conclusión diluida, en la que se sustituye una relación en principio idílica pero finalmente falsa, por seguir siendo un adolescente de treintaytantos, teniendo la "suerte" de que sus amigos están tan paralizados en la vida como él, de manera que puede seguir entretenido con ellos, yendo a discotecas y viendo deportes por televisión.
El protagonista es además católico, y esto se aprovecha para un estúpido gag de confesiones, con el que lo único que consigue sumar unos cuantos tópicos a los previamente descritos.
En definitiva, es entretenida, pero saca aprobados raspados o suspende por los pelos en casi todo. Intenta ser graciosa pero apenas se ríe uno; intenta escandalizar, pero no lo consigue, salvo que uno sea un monje o una religiosa de clausura, lo que acaba pasando es que las escenas de "ejemplo" de porno queden algo artificiales en el ambiente de comedia romántica; intenta romper con el género, pero no tiene nada que ofrecer a cambio, así todo resulta un poco "quiero y no puedo".
Maneja un lenguaje que está construido para la comedia romántica, y que no funciona para esto que ha hecho, se le ponga la etiqueta que se le ponga.
El papel de Scarlett Johansson resulta un poco contradictorio, porque parece una choni, cuando el papel es de "chica bien", por otra parte Julianne Moore, que es la otra coprotagonista lo hace bien, como siempre, pero le han dado un papel que va sobrado de intensidad en una película por lo demás muy ligera, y parece siempre un poco fuera de lugar.
jueves, 6 de noviembre de 2014
MAUS - 1980 a 1991 - Art Spiegelman
Famoso comic sobre el holocausto, ganador del premio Pulitzer en 1992, cuya primera entrega, titulada: "Mi padre sangra historia" se publicó en 1986 y la segunda: "Y aquí empezaron mis problemas" en 1991.
Nos cuenta por una parte la historia de un empresario polaco de raza judía durante el nazismo, y por otra la vejez del mismo individuo y la relación que mantiene con su hijo, que es el autor del comic.
Como original recurso narrativo cada nacionalidad o raza viene representada por un animal, así, los judios son ratones; los polacos, cerdos; los alemanes, gatos; los suecos, alces; los estadounidenses, perros; los franceses, ranas; y los ingleses, peces. Esta es la lista completa, lo cual es una profunda ironía, porque esta misma representación no es sino una lista de prejuicios raciales, o, como poco, una simplificación igualmente racista.
En un momento dado el autor habla de sus dudas sobre lo que ha escrito, y sólo entonces pasa a ser un ser humano con una máscara simulando ser un ratón, mostrando que la raza no es tan esencial, sino algo también sobrepuesto al hecho de ser humano, aunque ningún ser humano aparece dibujado sin máscara (sí se ven algunas fotos).
Es un relato sin piedad hacia el protagonista en su vejez: se le trata de avaro, irascible, intratable; en definitiva alguien insoportable con quien es imposible tener una relación normal, pero a quien a la vez es imposible no admirar, porque no ha sobrevivido por casualidad, son sus habilidades, y hasta cierto punto sus defectos, las que le han permitido llegar a viejo mientras la mayor parte de sus seres queridos morían a su alrededor.
El dibujante (el personaje del dibujante, al menos) es una persona independiente, pero caprichoso y a veces estúpido, parasitando lo último que puede darle su padre, mientras lo trata con una lejanía debida al rencor generacional propia de un inmaduro que considera a su padre responsable de sus limitaciones y problemas.
La narración tiene el peso del holocausto, pero el acierto de la historia es contarlo como la biografía que es, haciendo pocas referencias a la situación general o la guerra, salvo cuando pasan por la vida del protagonista, presentando los hechos tan asépticamente como es posible. Por supuesto ser del todo aséptico tratándose de algo tan sucio, es algo que ni se puede ni se debe conseguir.
También es importante la parte en la que se nos plantean las consecuencias del trauma, y los personajes se preguntan varias veces hasta qué punto el carácter de cada uno se ha formado en base al holocausto, que ha sufrido el padre, pero también ha heredado el hijo, de alguna manera. Lo cierto es que la relación del padre y el hijo es parecida a muchas otras en las que se mantiene a lo largo de la vida el conflicto generacional.
Desde luego merece la pena su lectura, aunque sea un tema tan repetido, y sobre el que se han hecho tantas obras de calidad en todos los formatos. El punto de vista animal tiende a convertirlo en una fábula, que nos oculta hasta cierto punto las imágenes más horribles para dejarnos a solas con lo que no tiene imagen, con las palabras a la vez sentimentales y reflexivas.
El Amanecer del Planeta de los Simios - 2014 - Matt Reeves
Secuela de la precuela de El Planeta de los Simios, que sin embargo está muy por encima tanto de la película de Tim Burton (quizás sea más difícil compararla con la original), como de El Origen del Planeta de los Simios.
Los simios de diversas especies que en la primera parte huyeron al parque de los alrededores de San Francisco se han convertido en una sociedad al estilo de las tribus prehistóricas, de manera que, seguro que no por casualidad, las primeras escenas parecen sacadas esos documentales que se hacen ahora sobre los primeros homínidos. Estos monos ya son completamente inteligentes, y para ser nosotros sólo les falta dar un salto tecnológico.
Los efectos especiales están muy bien hechos, y los simios "ligeramente" humanizados son creíbles en su aspecto, lo cual crea una ambigüedad que funciona muy bien, porque son como personillas feuchas y peludas, cuya postura nos sentimos tentados de apoyar.
El relato pretende ser fundamentalmente político, presentando dos frentes: por una parte el pacifismo frente al belicismo, y por otra la exigencia de uniformidad frente a la diferencia existente. Ambos temas se mezclan y reparten mediante la diversidad de personajes, abriendo varias posibilidades de análisis interesantes.
Dentro de este sistema, relativamente sencillo pero muy potente, hay una pregunta que quizás algún día tenga que hacerse la humanidad: ¿Qué debemos hacer ante la aparición de una especie tan inteligente como la nuestra?
La trama está muy bien razonada, sin excusas, y sin que nada pase porque sí, todo tiene su motivación, algo realmente extraordinario hoy día para una película comercial, ayudando mucho la presencia de los personajes simio a la hora de darle una apariencia original.
Tiene además un trasfondo trágico, porque el horizonte de la película, y esto no se puede olvidar, es "El Planeta de los Simios", que le añade épica y trascendencia a que de lo contrario sería una lucha entre bandas.
Está bastante por encima de la media del cine de acción actual, por lo bien acabado, por lo bien contado e incluso por lo entretenido y emocionante.
martes, 4 de noviembre de 2014
Yo Fui a EGB - 2013 - Javier Ikaz y Jorge Díaz
Este libro es heredero de un blog del mismo título, en el que acumulan recuerdos comunes a la generación de quienes eran niños entre los 70 y los 90 del pasado siglo, esto es, la mayor parte de quienes hoy por hoy somos adultos en edad laboral, que además estamos en la edad de la nostalgia, del: "¿Te acuerdas cuando...?"
Las tapas del libro, en mi edición, vienen con una cinta que reza: "El libro más vendido del año", "14ª Edición", lo cual basta para que nos demos cuenta del enorme éxito de este proyecto, que además despierta mucha simpatía entre quienes fuimos a EGB, por lo mismo que decía antes, somos muy agradecidos a todo lo que nos despierte el recuerdo y la nostalgia amable.
Digo "nostalgia amable" porque fundamentalmente es una recopilación de las cosas que nos gustaban cuando éramos niños, tanto en la tele, como en la tienda de golosinas, etc. Y esto es otro gran acierto por parte de los autores, este abrazar lo "Pop", la cultura popular destilada y purificada.
Es algo parecido a lo que intentaba Umberto Eco en "La misteriosa llama de la reina Loana", sólo que a los autores de este libro les queda mucho más entretenido y alegre.
Por lo demás no es un libro al uso, tiene mucho de blog pasado a papel en la brevedad de los textos y en la importancia de las fotografías. Las claves son el acierto en la selección de temas, y las fotos, que despiertan inmediatamente recuerdos personales al lector, trayéndonos objetos antes comunes que parecían olvidados, pero están por ahí en algún rincón de la memoria. Los textos son un mero acompañamiento, comentarios sobre las fotos, buscando siempre la complicidad del lector, pero de alguna manera repetitivos y bastante mejorables, supongo que tendrán mucho éxito entre los lectores habituales del Blog, pero no creo que funcionen tan bien para quienes no lo siguen, como es mi caso.
En general es un libro agradable, que se lee (o mira) en un rato, y para mí ha incluido un hallazgo: la foto de una entrada para un concierto en el que yo estuve siendo casi un niño; se la he enviado a uno de mis hermanos que estuvo allí conmigo, y recordar como nos quedamos esperando a los músicos de La Frontera, que además nos firmaron un autógrafo... A mí este libro me lo han regalado, pero reconozco que sólo ese momento hubiera bastado para que mereciera la pena comprarlo.
Las tapas del libro, en mi edición, vienen con una cinta que reza: "El libro más vendido del año", "14ª Edición", lo cual basta para que nos demos cuenta del enorme éxito de este proyecto, que además despierta mucha simpatía entre quienes fuimos a EGB, por lo mismo que decía antes, somos muy agradecidos a todo lo que nos despierte el recuerdo y la nostalgia amable.
Digo "nostalgia amable" porque fundamentalmente es una recopilación de las cosas que nos gustaban cuando éramos niños, tanto en la tele, como en la tienda de golosinas, etc. Y esto es otro gran acierto por parte de los autores, este abrazar lo "Pop", la cultura popular destilada y purificada.
Es algo parecido a lo que intentaba Umberto Eco en "La misteriosa llama de la reina Loana", sólo que a los autores de este libro les queda mucho más entretenido y alegre.
Por lo demás no es un libro al uso, tiene mucho de blog pasado a papel en la brevedad de los textos y en la importancia de las fotografías. Las claves son el acierto en la selección de temas, y las fotos, que despiertan inmediatamente recuerdos personales al lector, trayéndonos objetos antes comunes que parecían olvidados, pero están por ahí en algún rincón de la memoria. Los textos son un mero acompañamiento, comentarios sobre las fotos, buscando siempre la complicidad del lector, pero de alguna manera repetitivos y bastante mejorables, supongo que tendrán mucho éxito entre los lectores habituales del Blog, pero no creo que funcionen tan bien para quienes no lo siguen, como es mi caso.
En general es un libro agradable, que se lee (o mira) en un rato, y para mí ha incluido un hallazgo: la foto de una entrada para un concierto en el que yo estuve siendo casi un niño; se la he enviado a uno de mis hermanos que estuvo allí conmigo, y recordar como nos quedamos esperando a los músicos de La Frontera, que además nos firmaron un autógrafo... A mí este libro me lo han regalado, pero reconozco que sólo ese momento hubiera bastado para que mereciera la pena comprarlo.
lunes, 3 de noviembre de 2014
Lo que nos deja la Crisis
Pase lo que pase en los próximos años, mejore o no la economía, parece claro que nos encontramos en una nueva situación, porque algunos de los cambios a peor que nos ha traído la crisis han venido para quedarse.
En el plano social, junto al problema del enorme número de parados todavía existente, se ha producido una enorme bajada de ingresos de los trabajadores, que hace pensar que ahora sí vivimos por encima de nuestras posibilidades, y que precios como el de la vivienda tendrán que seguir bajando, porque un piso de 200.000 euros ya no tiene sentido para tantos ciudadanos que acabarán cobrando entre 600 y 1000 euros al mes. Éste sigue siendo el ejemplo mas evidente de que todavía nos queda mucha "digestión" por hacer, incluso en el caso de que las cosas vayan a mejor, pero, en general, la esperanza que algunos mantienen de que las cosas "vuelvan a ser como antes", nos lleva a vivir sumergidos en cierto espejismo del que iremos saliendo con dolor, según vayamos gastando nuestros ahorros y los de nuestros padres y nos quedemos viviendo más "al día".
¿Nos explicarán algún día cuales serán las repercusiones reales de las bajadas de sueldo? Pongamos que podemos llegar a un 15% o incluso un 10% de paro en los próximos años, aún así las bajadas de sueldo implican bajadas de cotizaciones y de IRPF, los impuestos para las empresas también se bajan, para estimular la economía, los más ricos cada vez tienen más recursos para pagar menos, incluso dentro de la ley, si hace falta se irán fuera a climas más "cálidos" y asunto resuelto, entonces ¿Quién pagará las facturas?
Una escena representativa: el otro día estaba yo dando un paseo, ya había anochecido, pero no era más allá de las ocho
de la tarde, el ambiente era tranquilo, todavía hacía buen tiempo y no faltaba gente en las terrazas, pero en el trayecto de vuelta a mi casa me crucé con tres personas revolviendo en distintos contenedores de basura, los tres eran hombres, probablemente entre 65 y 75 años, dos de ellos se pusieron a disimular al ver que alguien pasaba por su lado, y el tercero estaba tan concentrado, o le importaba tan poco, que siguió con lo suyo sin más.
Incluso suponiendo una mejoría en la economía nacional ¿Vivirán estas personas lo suficiente como para ver normalizada la suya, su economía personal y familiar?
Otra de las herencias de la crisis, que también dejará su huella pase lo que pase, es el intento nacionalista de dar por terminadas sus reivindicaciones por el camino de conseguir la independencia. Intentan abandonar el barco por si se hunde, en la idea de que ellos nadan mucho mejor que los demás (basta escuchar a Junqueras), pero en realidad el único hecho cierto es que prefieren nadar solos.
Aún en el caso de que salgamos de la crisis, los independentistas han puesto un hito en el camino, que difícilmente se moverá sino se produce un movimiento hacia la unidad de España, que clausure las cortes autonómicas, para convertir España en un Estado provincial. Esto no significa centralizar, o al menos no en el sentido de que no se tomen decisiones por representantes locales, sino que dichos representantes deban tomar dichas decisiones negociando y coordinándose con el resto, no cada uno por su lado, produciendo sinergias sin enfrentarse en "carreras hacia el fondo", como dice la expresión anglosajona (race to the bottom), carreras que sólo consiguen hacer más pobres a cada uno de los participantes.
En previsión de aquellos a quienes consideran la idea de la unidad como idea de derechas, llamaré en mi defensa a Noam Chomsky, quien, en contra de repartir competencias, arguye que sólo las grandes empresas pueden sobornar a los gobernantes de los USA, pero incluso las medianas pueden influir en el gobierno de un estado concreto.
Hay una tercera herencia que nos dejará la crisis, aunque se solucione, y es la caída de los grandes partidos y el surgimiento de otros nuevos, pero este es un tema que merece la pena tratar en solitario en otra ocasión.
En el plano social, junto al problema del enorme número de parados todavía existente, se ha producido una enorme bajada de ingresos de los trabajadores, que hace pensar que ahora sí vivimos por encima de nuestras posibilidades, y que precios como el de la vivienda tendrán que seguir bajando, porque un piso de 200.000 euros ya no tiene sentido para tantos ciudadanos que acabarán cobrando entre 600 y 1000 euros al mes. Éste sigue siendo el ejemplo mas evidente de que todavía nos queda mucha "digestión" por hacer, incluso en el caso de que las cosas vayan a mejor, pero, en general, la esperanza que algunos mantienen de que las cosas "vuelvan a ser como antes", nos lleva a vivir sumergidos en cierto espejismo del que iremos saliendo con dolor, según vayamos gastando nuestros ahorros y los de nuestros padres y nos quedemos viviendo más "al día".
¿Nos explicarán algún día cuales serán las repercusiones reales de las bajadas de sueldo? Pongamos que podemos llegar a un 15% o incluso un 10% de paro en los próximos años, aún así las bajadas de sueldo implican bajadas de cotizaciones y de IRPF, los impuestos para las empresas también se bajan, para estimular la economía, los más ricos cada vez tienen más recursos para pagar menos, incluso dentro de la ley, si hace falta se irán fuera a climas más "cálidos" y asunto resuelto, entonces ¿Quién pagará las facturas?
Una escena representativa: el otro día estaba yo dando un paseo, ya había anochecido, pero no era más allá de las ocho
de la tarde, el ambiente era tranquilo, todavía hacía buen tiempo y no faltaba gente en las terrazas, pero en el trayecto de vuelta a mi casa me crucé con tres personas revolviendo en distintos contenedores de basura, los tres eran hombres, probablemente entre 65 y 75 años, dos de ellos se pusieron a disimular al ver que alguien pasaba por su lado, y el tercero estaba tan concentrado, o le importaba tan poco, que siguió con lo suyo sin más.
Incluso suponiendo una mejoría en la economía nacional ¿Vivirán estas personas lo suficiente como para ver normalizada la suya, su economía personal y familiar?
Otra de las herencias de la crisis, que también dejará su huella pase lo que pase, es el intento nacionalista de dar por terminadas sus reivindicaciones por el camino de conseguir la independencia. Intentan abandonar el barco por si se hunde, en la idea de que ellos nadan mucho mejor que los demás (basta escuchar a Junqueras), pero en realidad el único hecho cierto es que prefieren nadar solos.
Aún en el caso de que salgamos de la crisis, los independentistas han puesto un hito en el camino, que difícilmente se moverá sino se produce un movimiento hacia la unidad de España, que clausure las cortes autonómicas, para convertir España en un Estado provincial. Esto no significa centralizar, o al menos no en el sentido de que no se tomen decisiones por representantes locales, sino que dichos representantes deban tomar dichas decisiones negociando y coordinándose con el resto, no cada uno por su lado, produciendo sinergias sin enfrentarse en "carreras hacia el fondo", como dice la expresión anglosajona (race to the bottom), carreras que sólo consiguen hacer más pobres a cada uno de los participantes.
En previsión de aquellos a quienes consideran la idea de la unidad como idea de derechas, llamaré en mi defensa a Noam Chomsky, quien, en contra de repartir competencias, arguye que sólo las grandes empresas pueden sobornar a los gobernantes de los USA, pero incluso las medianas pueden influir en el gobierno de un estado concreto.
Hay una tercera herencia que nos dejará la crisis, aunque se solucione, y es la caída de los grandes partidos y el surgimiento de otros nuevos, pero este es un tema que merece la pena tratar en solitario en otra ocasión.
domingo, 2 de noviembre de 2014
Looper - 2012 - Rian Johnson
Decía el filósofo Erich Fromm que a partir de los principios del siglo XX se acabaron las utopias y las narraciones sobre el futuro pasaron a ser pesimistas, lo que llamamos distopías.
Parece que esta es una clave, sino "la clave" de la postmodernidad, la incapacidad de prever un futuro a medio plazo en el que todo vaya bien para todos, la falta de fe en un sistema. Incluso la recuperación del discurso comunista que se da en estos tiempos carece de narrativa, es más bien un llamamiento individual a conseguir una vida mejor para uno mismo, no un proyecto para todos. La nueva lucha de clases de momento no se propone acabar con las clases.
En este sentido la película transcurre en dos tiempos futuros, el imperfecto de dentro de treinta años, en una ciudad que todavía conserva mucho de las actuales, pero más pobre, y el futuro perfecto, acabado, de dentro de setenta años, que es el alcance de la historia que se cuenta. Es, por decirlo así, el futuro de la generación que naciera en el 2012.
A veces parece que se trató de hacer una versión intimista de Terminator, vínculo que no intentan ocultar, ya que hay un personaje llamado Sarah, que es Sarah Connor, claramente. En esta ocasión no es un robot sino un hombre quien viene del futuro para corregirlo desde el pasado.
Como decía, esta película es más intimista, y nos muestra las posibilidades de cada individuo, según sean sus decisiones, las circunstancias y el bagaje que vaya acumulando, si bien, como se demuestra finalmente, las propias decisiones son lo definitivo, y podría ser la conclusión, somos radicalmente libres. Nuestras posibilidades se mueven de lo peor a lo mejor, y podemos acabar haciendo el papel de Terminator o de John Connor.
El ambiente de moderna decadencia y la presencia de Bruce Willis nos lleva a tener en cuenta también 12 monos, con la cual se encuentran también otros puntos en común. Pero el hecho de que haya multitud de referencias a otros viajes en el tiempo, incluidos también los de Futurama, no significa que sea un refrito al estilo de las películas comerciales, es algo distinto, simplemente se incorpora a la tradición de la mejor ciencia ficción. La combinación de las piezas, aunque no sean, ni puedan ser, del todo originales, y los sutiles pero continuos cambios de perspectiva en la narración, hacen de esta película algo nuevo, y desde mi punto de vista algo muy bueno.
El único defecto, desde mi punto de vista, es que el entramado de pasados y futuros posibles, es demasiado complejo, y las líneas de tiempo se hacen confusas, aunque, como dice el personaje de Bruce Willis hablando del tema: "¡Eso no importa!, nos podríamos pasar el día hablando de las complicaciones de los viajes en el tiempo", con una ironía que intenta a la vez dar una explicación y dar el tema por cerrado. Para mí, de todos modos, demuestra que se han puesto en el lugar del espectador.
¡Merece la pena! A poco que el lector sea aficionado al buen cine, y en concreto a la ciencia ficción, verá que esta película es un imprescindible, tanto como las ya citadas Terminator o 12 Monos. Soprende lo poco que se ha oído hablar de ella, pero seguro que se irá filtrando a través de obras futuras del género.
Parece que esta es una clave, sino "la clave" de la postmodernidad, la incapacidad de prever un futuro a medio plazo en el que todo vaya bien para todos, la falta de fe en un sistema. Incluso la recuperación del discurso comunista que se da en estos tiempos carece de narrativa, es más bien un llamamiento individual a conseguir una vida mejor para uno mismo, no un proyecto para todos. La nueva lucha de clases de momento no se propone acabar con las clases.
En este sentido la película transcurre en dos tiempos futuros, el imperfecto de dentro de treinta años, en una ciudad que todavía conserva mucho de las actuales, pero más pobre, y el futuro perfecto, acabado, de dentro de setenta años, que es el alcance de la historia que se cuenta. Es, por decirlo así, el futuro de la generación que naciera en el 2012.
A veces parece que se trató de hacer una versión intimista de Terminator, vínculo que no intentan ocultar, ya que hay un personaje llamado Sarah, que es Sarah Connor, claramente. En esta ocasión no es un robot sino un hombre quien viene del futuro para corregirlo desde el pasado.
Como decía, esta película es más intimista, y nos muestra las posibilidades de cada individuo, según sean sus decisiones, las circunstancias y el bagaje que vaya acumulando, si bien, como se demuestra finalmente, las propias decisiones son lo definitivo, y podría ser la conclusión, somos radicalmente libres. Nuestras posibilidades se mueven de lo peor a lo mejor, y podemos acabar haciendo el papel de Terminator o de John Connor.
El ambiente de moderna decadencia y la presencia de Bruce Willis nos lleva a tener en cuenta también 12 monos, con la cual se encuentran también otros puntos en común. Pero el hecho de que haya multitud de referencias a otros viajes en el tiempo, incluidos también los de Futurama, no significa que sea un refrito al estilo de las películas comerciales, es algo distinto, simplemente se incorpora a la tradición de la mejor ciencia ficción. La combinación de las piezas, aunque no sean, ni puedan ser, del todo originales, y los sutiles pero continuos cambios de perspectiva en la narración, hacen de esta película algo nuevo, y desde mi punto de vista algo muy bueno.
El único defecto, desde mi punto de vista, es que el entramado de pasados y futuros posibles, es demasiado complejo, y las líneas de tiempo se hacen confusas, aunque, como dice el personaje de Bruce Willis hablando del tema: "¡Eso no importa!, nos podríamos pasar el día hablando de las complicaciones de los viajes en el tiempo", con una ironía que intenta a la vez dar una explicación y dar el tema por cerrado. Para mí, de todos modos, demuestra que se han puesto en el lugar del espectador.
¡Merece la pena! A poco que el lector sea aficionado al buen cine, y en concreto a la ciencia ficción, verá que esta película es un imprescindible, tanto como las ya citadas Terminator o 12 Monos. Soprende lo poco que se ha oído hablar de ella, pero seguro que se irá filtrando a través de obras futuras del género.
sábado, 1 de noviembre de 2014
Retórica - S. IV A.C. - Aristóteles
En general la obra de Aristóteles siempre es útil para comprender nuestro tiempo. Su simplicidad de análisis, el hecho de describir las estructuras mediante ejemplos realmente existentes, y lo poco que ha cambiado el habitante de occidente, pese a los cambios producidos en el ambiente, le da una vigencia extraordinaria.
En este caso, hablando de la retórica, hace una doble división del tema: por una parte distingue entre discurso forense, deliberativo, y de exhibición, esto es, los judiciales, políticos y, digamos, artísticos; por otra distingue entre emisor, receptor y mensaje. Con las combinaciones de estas piezas va construyendo su edificio.
La retórica se describe en paralelo a la analítica, pero si ésta se ocupa de la verdad, aquella es menos ambiciosa y busca lo convincente. Así, los métodos del análisis que son la deducción y la inducción, tienen su correlato en los métodos de la retórica en forma de entimema y el ejemplo, pero ni uno ni otro pretenden demostrar, sino sólo aumentar la plausibilidad de la postura que se defiende en el debate.
Como es tradicional, los filósofos no tienen mucha confianza en sus oyentes, por lo que para la retórica se exige hablar con sencillez, y no sólo eso, también
Como no hay nada aislado en este mundo, Aristóteles tiene que repasar su Política, Analítica, Poética y Ética para hablarnos de retórica, tanto para analizarla, como para explicar los temas de los que se habla, porque esto es también fundamental: si uno defiende a un acusado, tiene que saber de leyes y costumbres; si habla de lo que debe hacer la ciudad, tiene que saber de guerra y abastecimiento, etc. De esta manera la retórica resulta una buena manera de resumir el pensamiento del filósofo sobre muchos temas. Por ejemplo, la política:
También, como decía, la Ética, como en este utilísimo ejemplo:
Todo el libro está cuajado de citas, sobre todo de Homero, cuya obra era de referencia para todos los temas, aunque también encontramos fragmentos de tragedias, algo de Simónides, etc. Todas ellas de obras conocidas en su tiempo, quizás para cumplir su propio consejo de utilizar nociones comunes.
En definitiva, para no alargarme demasiado, siempre merece la pena Aristóteles. Casi veinticinco siglos de distancia hacen que lo que permanece actual de sus ideas nos ayude a ver un poco desde fuera tanto la sociedad en la que vivimos como a nosotros mismos. Es difícil evitar, al leer está retórica, el analizar como nuestros políticos y opinadores profesionales utilizan todavía los mismos recursos que se utilizaban hace tanto tiempo para discutir si convenía entrar bajo la protección de Filipo o permanecer independientes, así como otros asuntos mucho más bajos, claro.
En este caso, hablando de la retórica, hace una doble división del tema: por una parte distingue entre discurso forense, deliberativo, y de exhibición, esto es, los judiciales, políticos y, digamos, artísticos; por otra distingue entre emisor, receptor y mensaje. Con las combinaciones de estas piezas va construyendo su edificio.
La retórica se describe en paralelo a la analítica, pero si ésta se ocupa de la verdad, aquella es menos ambiciosa y busca lo convincente. Así, los métodos del análisis que son la deducción y la inducción, tienen su correlato en los métodos de la retórica en forma de entimema y el ejemplo, pero ni uno ni otro pretenden demostrar, sino sólo aumentar la plausibilidad de la postura que se defiende en el debate.
Como es tradicional, los filósofos no tienen mucha confianza en sus oyentes, por lo que para la retórica se exige hablar con sencillez, y no sólo eso, también
...basar los argumentos y razonamientos en nociones comunesNo sólo para que la gente lo entienda, también, y esta es una de las claves del poco rigor de la retórica, para que se sientan cómodos y se identifiquen con lo que están escuchando. También es importante la apariencia del hablante, porque debe parecer moderado e inspirar confianza, todo ello, como se ve, poco relacionado con la verdad. El autor parece pensar que el fin justifica los medios, y que lo importante es defender una buena idea, no los medios que uno utilice para ello:
... lo sofístico no tiene que ver con el dominio de unos recursos, sino con el propósito o, lo que es lo mismo: se es sofista si se pone el arte del razonamiento al servicio de una interpretación moral desviada.Lo cual parece hasta cierto punto una excusa, y se enfrenta con Platón, tanto respecto a los sofistas como respecto a la retórica en sí misma.
Como no hay nada aislado en este mundo, Aristóteles tiene que repasar su Política, Analítica, Poética y Ética para hablarnos de retórica, tanto para analizarla, como para explicar los temas de los que se habla, porque esto es también fundamental: si uno defiende a un acusado, tiene que saber de leyes y costumbres; si habla de lo que debe hacer la ciudad, tiene que saber de guerra y abastecimiento, etc. De esta manera la retórica resulta una buena manera de resumir el pensamiento del filósofo sobre muchos temas. Por ejemplo, la política:
El fin de la democracia es la libertad; el de la oligarquía la riqueza; el de la aristocracia, la disciplina y la legalidad; el de la tiranía, la custodia...Hay que recordar que Aristóteles, presentado a veces, como en esta edición, como partidario de la aristocracia, más bien propone un sistema que equilibre entre todos los sistemas, en realidad algo que podría ser parecido a nuestra democracia representativa actual, que, siendo democracia, tiene componentes aristocráticos en cuanto a que los representantes se eligen (en teoría se eligen los mejores) y componentes monárquicos, no sólo por el Rey, sino porque en todas las democracias hay un jefe de gobierno que destaca sobre sus compañeros.
También, como decía, la Ética, como en este utilísimo ejemplo:
...cuando quieras elogiar, mira que consejo podrías dar, y cuando quieras aconsejar, mira qué podrías elogiar.
Todo el libro está cuajado de citas, sobre todo de Homero, cuya obra era de referencia para todos los temas, aunque también encontramos fragmentos de tragedias, algo de Simónides, etc. Todas ellas de obras conocidas en su tiempo, quizás para cumplir su propio consejo de utilizar nociones comunes.
Por eso tiene razón el poeta, refiriéndose a Héctor, cuando quiere calmar la cólera de Aquiles ante su cadaver: "es tierra insensible lo que ultraja, enfurecido."
En definitiva, para no alargarme demasiado, siempre merece la pena Aristóteles. Casi veinticinco siglos de distancia hacen que lo que permanece actual de sus ideas nos ayude a ver un poco desde fuera tanto la sociedad en la que vivimos como a nosotros mismos. Es difícil evitar, al leer está retórica, el analizar como nuestros políticos y opinadores profesionales utilizan todavía los mismos recursos que se utilizaban hace tanto tiempo para discutir si convenía entrar bajo la protección de Filipo o permanecer independientes, así como otros asuntos mucho más bajos, claro.